La Plata (Martes, 26-07-2011, Gaudium Press) «La relación del cristiano con la Palabra de Dios no se reduce simplemente a la lectura de la Biblia; hay que encontrar, en todo caso, un contexto mucho más amplio para que esa lectura de la Biblia sea efectivamente fructuosa»: Fue lo afirmado por Monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata, en su programa televisivo semanal «Claves para un Mundo Mejor».
«Si leemos el Evangelio de San Juan desde el principio, aparece claro que Cristo es la palabra de Dios, el Verbo, como allí se lo llama» afirmó el arzobispo, para mostrar después cómo la lectura de la Biblia es acompañada de una gracia especial que hace viva la lectura en la vida del cristiano. «Cuando usted va a misa el domingo y escucha la lectura bíblica, allí esa lectura tiene un valor especial. Va acompañada de una gracia de Dios que busca el asentimiento de su corazón. Y cuando el sacerdote la explica, si la explica como corresponde, allí la Palabra de Dios es actualizada para usted, le es dicha», explicó.
«Debemos leer la Sagrada Escritura como expresión de la propia fe buscando allí a Cristo, buscando que esa palabra se haga actual para nosotros y para eso, leerla en el espíritu con que ha sido puesta por escrito», expresó.
El prelado platense recordó una analogía sobre la Palabra de Dios que empleaban los padres de la Iglesia: «Los Padres de la Iglesia hacían una comparación muy bella entre la escritura bíblica y el Verbo encarnado. Decían: así como el Verbo eterno de Dios se hizo carne, se hizo hombre en Jesucristo, así también la Palabra eterna de Dios se hace libro en la Sagrada Escritura», aseguró monseñor Aguer.
Para el cristiano la Escritura no es un mero «documento histórico, arqueológico, que nos cuenta cosas del pasado». En sentido diverso, «al leer la Biblia con espíritu de fe nos insertamos en la corriente viva de la tradición de la Iglesia y nos dejamos guiar por su Magisterio, que interpreta auténticamente la Sagrada Escritura», concluyó Mons. Aguer.
Con información de Aica
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