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Ecatepec de Morelos (Miércoles, 27-07-2011, Gaudium Press) Presidida por el Cardenal Antonio Cañizares Llovera, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el 26 de Julio, se celebró en la Catedral de Ecatepec de Morelos, estado de México, la misa en acción de gracias por el quincuagésimo aniversario de la fundación de las Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote.
Fue el 26 de Julio de 1961 cuando el obispo de Saltillo, Mons. Luis Guízar Barragán, bendijo y dio inicio a la obra que recibiría la aprobación pontificia de manos del Beato Papa Juan Pablo II, el 7 de Octubre de 1995 y cuyo lema es «Servir y seguir a Jesús en sus Sacerdotes».
Su fundadora, la Madre María de Jesús del Amor Misericordioso, cariñosamente conocida como «Madre Chuy» quiso socorrer a los sacerdotes que franqueaban graves problemas en su vida debido al abandono y soledad en la que vivían. Su misión: ayudar a todos los sacerdotes en sus necesidades.
La «Madre Chuy» decía, «Hermanas, ya hay colegios y también hospitales de religiosas, pero para los sacerdotes que ya han dado la vida sirviendo a Dios, ¿quién va a velar por ellos?»,»¡Hijas, vean en ellos a Jesucristo, no vean únicamente la parte humana, o vean sólo su fragilidad! A nosotras nos toca salvarlos, hacer por ellos todo lo bueno que podamos».
Las Hermanas Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote no solo cuidan a sacerdotes enfermos, ancianos o que padecen algún sufrimiento emocional o espiritual, sino que también, debido a su buena formación y dedicación, auxilian profesionalmente en oficinas de alta jerarquía eclesiástica.
Las religiosas están a cargo de atender la Nunciatura Apostólica en México y las oficinas de la Conferencia del Episcopado Mexicano, entre otras.
La orden, formada totalmente por religiosas mexicanas, tiene 33 casas en México, España, Suiza, Uganda, Italia, Bélgica, y Trinidad y Tobago.
Con información de SIAME – Arquidiócesis de México
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