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Seúl (Jueves, 28-07-2011, Gaudium Press) La Cáritas de Corea del Sur enviará en los próximos días camiones cargando toneladas de harina para ciudades norcoreanas próximas a la frontera entre los países. Los comestibles serán distribuidos directamente a ciudadanos del país, que estarían viviendo situaciones de pobreza cada vez mayores.
La situación en Corea del Norte «empeora día tras día. Nosotros sabemos que no se debe ayudar al régimen, pero como católicos y seres humanos no podemos permanecer mirando mientras nuestros hermanos en la frontera mueren de hambre. He aquí porqué decidimos enviar 100 toneladas de harina, que daremos directamente en las manos de los habitantes».
La afirmación, a la agencia Asia News, es de una fuente católica de Corea del Sur, que explicó el envío de un cargamento de ayuda a través de la frontera. Esto porque, después de la retomada de los tests nucleares y de los ataques contra equipamientos y puestos surcoreanos por parte del régimen de Pyongyang, el gobierno de Seúl decidió finalizar todos los programas de ayuda a Corea del Norte.
Al inicio del verano (en el hemisferio norte), entretanto, la situación humanitaria empeoró de tal forma que la «Casa Azul» -la residencia oficial del presidente surcoreano- autorizó a cinco organizaciones no-gubernamentales a llevar ayuda, exclusivamente de carácter alimentaria. Y la Cáritas aprovechó la ocasión para viabilizar los cargamentos de harina.
La carga fue recogida por la Caritas Corea International, dirigida por el Padre Francesco Saverio Ahn Myeong-ok. Los fondos para compra de harina fueron acumulados durante la «Misa por la paz en la península coreana», una celebración que sucedió el pasado 17 de julio en la ciudad de Imjingak. Los paquetes serán entregados a los ciudadanos de la provincia septentrional de Hwanghe.
El padre Simeone Lee Jong-keon, director ejecutivo de la Cáritas Korea, visitó la parte norte de la península en junio. Según declaró el sacerdote a la Asia News, la situación «es terrible. Visitando los hospitales de la provincia, percibimos que no tienen absolutamente nada». De acuerdo con la fuente de la Asia News, «ni los soldados comen más. Y este es el último paso en dirección al final del régimen, pero también de tantas vidas humanas».
Con informaciones de Radio Vaticana y Asia News.
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