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Bagdad (Viernes, 05-08-2011, Gaudium Press) Tras el atentado frente a una iglesia en Kirkuk, norte de Irak, ocurrido el pasado 2 de agosto, en el que 20 personas quedaron gravemente heridas, entre ellas un bebé de apenas un mes y el párroco de la Iglesia de la Sagrada Familia, el padre Imad Yelda, el Arzobispo de Kirkuk, Mons. Loius Sako, dijo que los fieles iraquíes nunca dejarán de testimoniar a Cristo.
Mons. Sako recuerda que el atentado sucedió en el momento en que cerca de 150 jóvenes estaban reunidos en la Catedral de Kirkuk para una conferencia de verano donde serían tratados temas religiosos. «Después del ataque pregunté a los jóvenes si continuarían participando de las actividades de la Iglesia y todos respondieron positivamente, lo que es una importante señal de esperanza».
El Arzobispo dijo también que no se tiene la identidad de los terroristas, pero cree que el ataque puede poseer connotaciones políticas. «Quien está atrás de estos ataques tienen como blanco a los cristianos. No hay sentido en atacarnos porque no tenemos un papel importante en la política. No somos peligrosos para ellos, ya que todos saben que somos frágiles, pacíficos y queremos el diálogo», concluyó el prelado.
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