Brasilia (Jueves, 19-03-2009, Gaudium Press) El Arzobispo de Uberaba (MG), Mons. Aloísio Roque Oppermann está sorprendido con la reacción de la opinión pública contra la Iglesia Católica por causa de la excomunión de los envueltos en el aborto de la niña de 9 años que sufrió abuso sexual del propio padrastro. Según monseñor Aloísio, «nunca vi tantas personas demostrar tal indignación, contra el gesto «medieval» del arzobispo Mons. José Cardoso Sobrinho».
Según el arzobispo minero, nadie puede, excepto el Papa, excomulgar alguna persona. Además la Iglesia sólo puede actuar dentro de los cánones de la ley. «Es curioso que, ante la opinión pública, un obispo, que es considerado de izquierda, pueda excomulgar. Hace veinte años, un obispo de Mato Grosso, considerado de izquierda, excomulgó públicamente un latifundiario. La reacción midiática fue cero. Pero bastó un ‘conservador’ aplicar una ley, ya existente, y la ira se tornó planetaria», afirma.
De acuerdo con Mons. Aloísio, la pena de excomunión no atinge a los no-católicos. «La Iglesia Católica sólo puede excluir de la vida comunitaria aquellos que hacen parte de sus cuadros. Y además esa pena sólo atinge a los católicos que tienen conocimiento de la ley. En el Derecho Civil, existe la presunción del conocimiento de la ley. Es inútil alegar ignorancia. En el Derecho Canónico, sin embargo, el fiel debe ser conocedor efectivo de la ley, para que haya punición», aclaró el arzobispo de Uberaba (MG).
El caso de excomunión de los médicos envueltos en la interrupción del embarazo de la niña de 9 años, según el religioso, sólo causó celeuma en la midia porque «algunos políticos y periodistas no consiguen librarse del sofisma (destinado a ser perpetuo) de la «laicidad» del Estado».
Según él, «la Iglesia no apela para argumentos religiosos y, si, científicos para defender la vida. Otros se escandalizaron, hasta los no-católicos, porque están envueltos en la práctica abortiva».
«Porqué la Iglesia Católica está sola en la lucha contra el aborto?», indagó Mons. Aloísio. «Porque la mayoría de las personas no tienen fuerzas para enfrentar a los abortistas, llenos de dinero, y de capacidad de presión. Hasta algunas iglesias cristianas, sabidamente contra el aborto, nada dicen, para no enfrentar la opinión pública. No es fácil mantener la convicción, cuando ella trae perjuicio», respondió enseguida el arzobispo de Uberaba.
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