Ciudad de México (Viernes, 26-08-2011, Gaudium Press) Bajo el clamor de «¡Se ve, se siente, Juan Pablo está presente!», «¡Juan Pablo! ¡Amigo¡ ¡El pueblo está contigo!», y «¡Juan Pablo II! ¡Te quiere todo el mundo!», miles de mexicanos llegaron ayer a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe para venerar la reliquia del Beato Juan Pablo II, que arribó a México desde el pasado 17 de agosto y permanecerá en el país azteca por cuatro meses más.
La reliquia, que contiene sangre del Beato Papa y está resguardada en un relicario que sostiene una figura de cera de Wojtyla que duerme en una urna de cristal, fue recibida en el templo mariano por el Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México, el Cabildo de Guadalupe y los fieles que se acercaron ayer al lugar, donde la urna con la reliquia fue llevada hasta los pies de la imagen de la Virgen guadalupana.
Tras este recibimiento y un canto jubilar, tuvo lugar una solemne celebración eucarística presidida por el Cardenal Rivera, quien en la homilía exaltó que «los mexicanos somos privilegiados y nos sentimos bendecidos por la presencia de la reliquia del Beato Juan Pablo II», a quien recordó como «nuestro ‘Papa mexicano'».
En su mensaje, el Arzobispo Primado de México evocó también las cinco visitas que el Beato Papa realizó a México, especialmente su presencia en la Basílica de Guadalupe, «en esta casita donde la Virgen de Guadalupe hizo sentir su maternal presencia al Papa Peregrino que vino desde muy lejos y se quedó con nosotros», destacó el purpurado.
Asimismo, el Cardenal Rivera retomó parte del mensaje de Juan Pablo II, de manera particular en temas relacionados con la vida, la dignidad y la familia. Sobre la vida expresó: «La vida no es un don de Dios, es el don de Dios, porque está en la base de todos los otros dones. Es el don sin el cual ni la libertad, ni la inteligencia, ni la utilidad, ni la riqueza valen nada».
En cuanto a la familia, el purpurado recordó que ella «es el lugar primario de humanización de la persona y de la sociedad, la cuna de la vida y del amor (…)», es «la primera sociedad natural, una institución divina, fundamento de la vida de las personas y prototipo de toda organización social».
Al concluir la homilía el Arzobispo Primado de México expresó: «¡Juan Pablo II te fuiste al Reino de los cielos para quedarte entre nosotros!, ¡ganaste y desgastaste tu vida para que nosotros la tuviéramos en abundancia!, ¡te enamoraste de la ‘Morenita del Tepeyac’ y los mexicanos nos sentimos amados por ti!, ¡alcánzanos el don de la paz y el progreso de nuestro Pueblo!».
Una vez concluida la celebración eucarística, la urna con la reliquia del Beato fue trasladada hacia la puerta siete del Santuario mariano donde permaneció para veneración de todos los fieles. El primero en venerar al Papa Polaco fue el mismo Cardenal Rivera quien oró con gran devoción frente a la figura de cera por algunos minutos.
La reliquia permanecerá en la Basílica de Guadalupe hasta este domingo 28 de agosto, día en el cual iniciará su recorrido, hasta el mes de diciembre, por las diferentes diócesis mexicanas.
El sábado 28, víspera de su último día en el santuario mariano, se realizará una vigilia de oración que ocurrirá a las 21:00 horas. El domingo la urna será despedida con una celebración eucarística que presidirá Mons. Enrique Glennie Graue, Rector del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. La peregrinación de la urna seguirá en la Diócesis de Toluca.
Con información del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME).
Deje su Comentario