Kampala (Viernes, 02-09-2011, Gaudium Press) Uganda está viviendo una triste realidad. La actual crisis financiera que envuelve todo el sistema económico del país, pasa por uno de sus peores períodos.
La Iglesia Católica también está amenazada. A pesar del creciente número de vocaciones sacerdotales en el país, la posibilidad de cierre de algunos seminarios no está descartada.
Según el rector del Seminario Mayor Alokolum, Mons. Cosmas Alule, el año pasado hubo «un gran aumento en el precio de los combustibles y consecuentemente, todos los productos de primera necesidad acompañaron este aumento, dificultando su compra».
Según levantamiento realizado por el Standart Chartered Bank, en los últimos 12 meses la tasa de inflación subió de 1,7% a 19%.
Mons. Alule dijo también que está siendo difícil soportar los costos de los alimentos de base, a pesar del país cultivar arroz, poroto, choclo y hortalizas. «El gobierno gastó mucho dinero de manera irresponsable sin pensar en el bienestar del pueblo».
El Seminario Alokolum está instalado en un área que vivió 30 años de guerra civil entre el Gobierno de Uganda y el Ejército de Resistencia. Aunque el edificio ocupe un espacio muy pequeño, no fue posible continuar los trabajos por causa del aumento de los precios de materiales de construcción.
Entretanto, para este nuevo año lectivo, hay 209 alumnos, 26 más en relación al año pasado, consecuentemente la expansión se volvió necesaria. El año pasado, en cinco seminarios del país, más de mil jóvenes sacerdotes fueron preparados para el sacerdocio.
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