Xi An (Martes, 13-09-2011, Gaudium Press) «Son ejemplo de fe y testimonio. Nosotros y toda la Iglesia seremos siempre gratos por su contribución», afirmó el párroco de la parroquia de Bei Tang que pertenece a la Diócesis de Xi An, en la provincia de Shaan Xi, China. Él hizo esta afirmación durante visita a diversas casas y monasterios que hospedan obispos, sacerdotes y religiosas que, por motivo de salud y edad, necesitan de descanso.
Esta visita fue hecha por ocasión de la tradicional fiesta china de otoño que, según el calendario de los trabajadores rurales, fue ayer 12 de septiembre.
En verdad, esta fiesta es un evento tradicional de la familia china y es simbolizado por la «torta de la luna», comida en esta ocasión por todos los miembros de la familia reunidos. La comunidad católica de Bei Tang, como muchas otras comunidades católicas esparcidas por China, decidieron recordar en esta circunstancia a los obispos, sacerdotes y religiosas, todos ancianos, que dedicaron sus vidas a la Iglesia.
En muchos casos estos religiosos católicos dieron un testimonio heroico. Como es el caso de una religiosa de 90 años que pasó 40 en las prisiones del gobierno de China y que, todavía hoy trabaja en su jardín. Según la religiosa «yo no debo ser un peso para mis hermanas jóvenes que deben dedicar tiempo y energía para la misión del Señor, y no para ayudarme […]».
Las hortalizas y plantas medicinales cultivadas por la anciana hermana son vendidas y los recursos son usados para el sustento de la comunidad.
En estos días los parroquianos visitaron al obispo de San Yuan que tiene 91 años de edad y cerca de treinta religiosas y sacerdotes ancianos más. Con su visita, llevaron el consuelo de la estima y el afecto y la gratitud de toda la comunidad a aquellos que se retiran con el signo de la Fe.
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