Filadelfia (Martes, 13-09-2011, Gaudium Press) Mons. Charles J. Chaput, recientemente escogido por el Papa Benedicto XVI como nuevo arzobispo de Filadelfia, Estados Unidos, inició sus actividades pastorales en la arquidiócesis haciendo un pedido a los que están bajo su jurisdicción. El prelado solicitó a los católicos que cambien una hora diaria desperdiciada delante de la televisión por el estudio y oración de los Santos Evangelios, como un medio concreto para alcanzar la transformación personal y también del mundo.
Para Mons. Chaput la lectura diaria del Evangelio nos haría personas fundamentalmente diferentes y el mundo sería trasformado |
En un artículo que publicó el diario «El Pueblo de Denver», de la diócesis de la cual todavía es obispo, Mons. Charles Chaput compara el «entretenimiento» que tienen los jóvenes musulmanes con las «diversiones» que buscan los jóvenes católicos.
Los jóvenes musulmanes, dice el nuevo arzobispo, «inician sus estudios del Corán apenas comienzan a leer» y «muchos de ellos aprenden a leer en el propio libro del Corán». Y continúa Mons. Chaput, ellos «leen y discuten el Corán diariamente, durante varias horas todos los días de la semana, hasta que lo aprendan y lo memoricen… Poco a poco, como la gota que penetra la piedra, el Corán informa su visión del mundo».
En los Estados Unidos, dice el obispo, los católicos también reciben «una forma de entretenimiento semejante: Es la televisión». Y continúa él: «El norteamericano pasa un promedio de tres a siete horas por día viendo televisión y ve más de dos millones de comerciales a lo largo de su vida».
«Esta es una forma de educación» precisa el prelado. «La mayoría de lo que vemos en la televisión nos enseña que comprar muchos productos nos hace feliz; que ser joven es bueno y ser viejo es malo; que deberíamos comer lo que nos cause apetito, pero, al mismo tiempo, debemos ser flacos; que el sufrimiento no tiene ningún sentido; que el relacionamiento humano nunca dura; que la mayoría de las familias no cumple sus funciones; que la autoridad es peligrosa; y que las personas religiosas son hipócritas».
Para el prelado americano, la lección que se saca es simple: «Si utilizásemos solo una hora del tiempo que desperdiciamos diariamente con la televisión y la usásemos para estudiar y rezar los Santos Evangelios seríamos personas fundamentalmente diferentes y nuestro país y nuestro mundo sería transformado».
Y para que eso suceda, dice el nuevo arzobispo, «debemos emplear nuestro tiempo y nuestras acciones de acuerdo con lo que afirmamos creer, Una vida con sentido es una vida que se conforma con las cosas imperecederas». No es llevar «una vida irrelevante» que «aplica el tiempo en cosas equivocadas». Y Mons. Chaput concluye afirmando que «estas son nuestras dos opciones».
Deje su Comentario