Ciudad del Vaticano (Lunes, 10-10-2011, Gaudium Press) Debido a la sequía que asoló al Cuerno de África en los últimos meses, la situación de hambre en la región alcanzó un nivel dramático. Datos estiman que más de 13 millones de personas necesiten de ayuda directa en la región. Por esta razón, se realizó el pasado viernes 7, en el Vaticano, una rueda de prensa, que presentó un cuadro general de la situación de la región y las actitudes que están siendo tomadas por la Santa Sede y por órganos de asistencia católicos en la intención de mitigar el sufrimiento de esta población.
El evento contó con la participación del presidente del Pontificio Consejo «Cor Unum», el Cardenal Robert Sarah; el obispo de Dijibuti y administrador apostólico «ad nutem sanctae Sedis» de Mogadiscio, Somalia, Mons. Giorgio Bertin; el secretario de la misma congregación Mons. Giovanni Pietro Dal Toso; el secretario general de la «Caritas Internationalis», Michel Roy; y el presidente de la «Catholic Relief Services», Kenneth F. Hackett.
Presidiendo la rueda de prensa, el Cardenal Sarah afirmó que la región del Cuerno de África no siente necesidad solo de ayuda financiera, sino también de reconstruir su futuro, esperanza que falta a toda la población. En este sentido, durante la conferencia, el purpurado hizo un apelo para que se construyan más escuelas, vislumbrando un futuro mejor para la región. «En África, como en el resto del mundo, un elemento clave para reunir a una comunidad de personas es la escuela: donde hay una escuela, donde hay educación, hay un futuro posible, habrá un trabajo mañana, y se formarán familias», declaró.
El presidente del «Cor Unum» afirmó también que la situación en la región es de dramática emergencia humanitaria. «La falta de infraestructura sanitaria, la falta de personal calificado para lidiar con situaciones de emergencia, la inestabilidad política, la corrupción, la pobreza endémica del territorio, la falta de trabajo hace que millones de personas desplazadas, que están vagando en busca de sobrevivencia, se tornen los refugiados del mañana, los inmigrantes, sin patria, personas sin un hogar, un empleo, una comunidad. Se corre el riesgo de perder una generación entera», afirmó.
El Cardenal Sarah también notó una cierta debilidad en la ayuda ofrecida por la comunidad internacional, que, infelizmente, según él, muchas veces se detiene en la búsqueda de los intereses individuales de las naciones, en vez de responder a los problemas reales de las poblaciones afectadas. «Prevalecen los aspectos del egoísmo, incluso en la política internacional», aseveró el purpurado.
«Debemos ser inspirados a realizar una política que verdaderamente se preocupa por el bien común. Solo la búsqueda del bien común permite que no existan vencedores ni perdedores, perpetradores y víctimas, explotadores y hambrientos. Debe prevalecer una visión del hombre y la sociedad donde el valor económico tenga su importancia reconocida, pero que no sea la decisión final sobre el bien y el mal. Por ejemplo, la situación en Somalia se torna complicada por el hecho de que hace 10 años falta una estructura gubernamental en el país. Esto también reclama la intervención de la comunidad internacional «, concluyó.
La Iglesia Católica está presente en el Cuerno de África con soporte financiero del Papa a través del Cor Unum, de organizaciones católicas internacionales, colecta internacional de fondos, diócesis locales, Cáritas, Manos Unidas, Orden de Malta, Jesuit Refugee Services, además de Órdenes y Congregaciones religiosas.
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