Lima (Lunes, 17-10-2011, Gaudium Press) Nutrida de consejos y enseñanzas fue la homilía del Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, Arzobispo de Lima, en la ordenación de 8 nuevos diáconos de esa jurisdicción el pasado sábado en la Basílica catedral de la capital peruana, cuando la Iglesia conmemoraba la memoria de Santa Teresa doctora de la Iglesia. Los seminaristas que fueron ordenados diáconos son Oscar Klauer, Guillermo Leguía, Augusto Meloni, César Oré, Paulo Piérola, Daniel Quispe, Franco Rivas y César Valdivia.
La importancia fundamental de la oración
El Cardenal Cipriani impone las manos a uno de los nuevos diáconos |
A los nuevos diáconos el Primado del Perú recordó la suma importancia de la vida interior para el recto ejercicio del ministerio eclesiástico. «No olviden ser hombres rezadores, sinceros, humildes, fuertes y que no dejen de llevar ese amor de Dios incansablemente a todos los rincones de esta Iglesia local y del mundo entero. Se entregan de diáconos para darse a los demás», dijo el Cardenal Cipriani.
«Por eso a partir de hoy, de manera más exigente, cuiden ese ritmo de la oración personal y al mismo tiempo, también vivan con especial cuidado la belleza de la celebración litúrgica, especialmente en el cuidado y respeto con el que tratan la Eucaristía, el cuerpo de Cristo», recalcó.
El Cardenal Cipriani enfatizó junto a los nuevos eclesiásticos la importancia de la obediencia -al obispo, al párroco, al vicario parroquial- cuya práctica reflejará su unión con Cristo: «Es fundamental crecer en la humildad para no hacer nuestra voluntad sino la de Cristo y esa humildad es el aire donde puede vivir la caridad. El amor que Dios nos da y nos brinda a través de su hijo Jesucristo en la Eucaristía, en la Confesión es la señal de todos los cristianos», reflexionó.
El Celibato como manifestación de amor a Cristo, la Virgen y la Iglesia
El Arzobispo de Lima mencionó la importancia del celibato total que han prometido vivir a partir de hoy los nuevos diáconos, el cual definió como una manera de vivir con el corazón lleno de amor a Cristo, a María y a la Iglesia, y del cual brota esa caridad y amor al prójimo.
«Ese celibato por el reino de los cielos es un don, es un regalo de Dios que nos corresponde cultivarlo con la oración, con el afán misionero, siendo apóstoles, llevando ese amor a las almas, buscando esas vocaciones, acercando a esos matrimonios, educando a esa juventud, acercando a las almas. Esa entrega generosa es un don del amor que se cultiva, se cuida cada día y se entrega», expresó.
Mensaje a las familias de los nuevos diáconos
En otro momento, agradeció a los familiares y amigos que de alguna manera colaboraron para «que esta semilla que puso Dios en las almas de ellos haya crecido y esté germinando hoy día». A ellos les pidió que sigan rezando y sigan siendo exigentes en cuidarlos.
«Con mucho afecto imploro la bendición de Dios sobre ustedes, por haber colaborado y acompañado en la vocación de sus hijos, de sus hermanos, de sus amigos. Así también a los formadores del seminario y a los sacerdotes que en diferentes parroquias, en diferentes lugares, han sido la luz que a ustedes los llamó a esta vocación», señaló.
Concelebraron con el Cardenal Cipriani, los Obispos Auxiliares, Monseñores Adriano Tomasi y Raúl Chau; los miembros del Cabildo Metropolitano de Lima y diversos sacerdotes de la arquidiócesis de Lima.
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