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Novo Hamburgo (Martes, 18-10-2011, Gaudium Press) La Diócesis de Novo Hamburgo, en Río Grande del Sur, Brasil, está organizando la segunda edición de la Romería Diocesana de las Capillitas de Nuestra Señora hasta la Catedral Basílica San Luis Gonzaga. Con la temática dirigida a las Santas Misiones, la caminata se realizará el 22 de octubre, visando aproximar a los fieles a María Santísima. La organización de la romería estima reunir aproximadamente 1.5 mil fieles, venidos de todas las 47 parroquias y comunidades de la ciudad gaucha.
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| Las capillitas representan una señal de la visita que Dios hace a todos los hombres |
De acuerdo con el coordinador diocesano de pastoral, Monseñor Airton Luiz Haack, el evento tiene como objeto reunir y celebrar la caminata de todas las custodias misioneras de la diócesis, ya que esta pastoral se constituye en un instrumento eficaz y dinámico de evangelización, «una vez que cada capillita va de casa en casa, de edificio en edificio esparciendo la devoción mariana cumple, a través de la Madre Santísima, el papel de llevar al Cristo resucitado a las familias», dijo.
Otra finalidad mencionada por monseñor es el compromiso de todas las custodias con el proyecto diocesano de las Santas Misiones, que tendrá su punto alto a partir del próximo año, con las visitas domiciliarias y las Semanas Misioneras, a través de conferencias, encuentros y celebraciones. «La romería también quiere ser un evento que valorice la labor de estas incansables mujeres en la promoción de la piedad mariana», destacó el coordinador.
Sobre la contribución con las Santas Misiones, explicó que este trabajo protagonizado por las «señoras de las capillitas» podrá ayudar a los misioneros en el mapeo del lugar donde ocurrirán las visitas a las familias. «Además», completó monseñor, «la propia pastoral tendrá la oportunidad de ampliar este servicio de la Iglesia».
Las capillitas representan una señal de la visita que Dios hace a todos los hombres, un compromiso de vivir la fe a través de la disposición de evangelizar, saliendo de la comodidad y recurriendo al encuentro de los hermanos.
Para ser custodia de capillita, según el coordinador es necesario un corazón simple y humilde, lleno de voluntad de contribuir con Jesucristo en la evangelización. «Es tener aquella disposición y paciencia de visitar las familias, llevando esperanza y un mensaje de testimonio. A ejemplo de María, modelo de evangelizadora y primera misionera, las custodias son llamadas a reencender la llama de la fe en el corazón de los hermanos», destacó.
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