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Lima (Miércoles, 26-10-2011, Gaudium Press) «La santidad que se acoge es un don, una responsabilidad seria, madura y esforzada. El amor de Dios se inclina ante el pequeño, es misericordioso y ante esta actitud divina es conveniente y necesario que el hombre reconozca su pequeñez, se abandone a Dios y confíe. En esta obra de Dios se muestra la grandeza y soberanía de su misericordia», es la reflexión que hizo Mons. Pedro Hidalgo, rector de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima (FTPCL), con ocasión del paso por la institución de las reliquias de Santa Teresita del Niño Jesús que peregrinan desde hace unos meses por Perú con motivo del Centenario de la llegada de la Orden de los Carmelitas Descalzos al país.
La visita de las reliquias de Santa Teresa de Lisieux a la FTPCL ocurrió el pasado lunes 24, fecha en la que se realizó un encuentro de oración en el que se meditaron momentos de la vida de Santa Teresita, así como su doctrina. En el lugar, una vez culminó el encuentro, las reliquias fueron veneradas por los asistentes.
Tras ello, la urna fue trasladada a la Capilla del Seminario de Santo Toribio donde se celebró la Santa Misa que presidió Mons. Hidalgo. El prelado, en su homilía resaltó de manera especial la infancia espiritual que caracterizó a la Santa francesa: «La infancia espiritual no hace de Teresa un ser infantil, desde una percepción psicológica del término; todo lo contrario, ser como niños supone un serio proceso de transformación de la vida, de apertura madura a la gracia, de vaciarse de todo lo que no es Dios para alcanzar a Dios».
Igualmente, hizo referencia al «gran amor» de la santa, señalando que ella, desde muy pequeña «supo encontrar en su vida el amor de Dios», sintiéndose amada por «ese amor divino» que lo experimentó fuertemente a través de sus padres y hermanas.
Del mismo modo, se refirió al lugar que ocupó el dolor en su vida: «La pérdida, el sufrimiento fueron también componentes de la vida de Teresa (…) eso le permitió vivir el amor maduro».
Culminando la homilía, Mons. Hidalgo llamó a los seminaristas, sacerdotes y formadores presentes a seguir el ejemplo de Santa Teresita.
Esta tarde la urna con las reliquias llegarán a la Parroquia Santa María de Nazareth Surquillo, mañana arribarán a la Parroquia «Los Doce Apóstoles» de Chorrillos, para pasar la noche en la Parroquia San Roque de Surco. Este viernes 28, visitarán la Cárcel Santa Mónica.
La urna permanecerá en Perú hasta el 30 de noviembre, fecha en que retornará a Francia. En la ocasión tendrá lugar en la Parroquia San José de Lima una celebración eucarística de despedida. Las reliquias se encuentran en el país suramericanos desde el pasado 30 de agosto.
Con información de la Oficina de Comunicación y Prensa del Arzobispado de Lima.
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