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Baltimore (Miércoles, 02-11-2011, Gaudium Press) Ayer, fue el día escogido por el Arzobispo de Baltimore, Mons. Edwin F. O’Brien, para recibir a una nueva comunidad en el seno de la Iglesia, las Hermanas de los Pobres de Todos los Santos. El nombre de la orden indica el por qué. Las religiosas dejaron la Iglesia Episcopaliana hace dos años y por un decreto vaticano, son ahora ellas oficialmente una orden diocesana.
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| Una de las religiosas de la comunidad |
«Sentimos que hemos quebrado un terreno» dijo la Madre Cristina Christie, superior de la comunidad y religiosa desde 1966.
«Este es un gran día y un gran regalo para la iglesia en Baltimore», manifestó Mons. O’Brien a la congregación. «Pocos obispos han tenido esa oportunidad». En repetidas ocasiones durante la misa, el Arzobispo hizo referencia a la «larga jornada de fe» que concluía con la ceremonia de ese día, jornada que no «estuvo carente de angustias».
Fue pues, ayer, en la festividad de Todos los Santos, que 10 religiosas del convento de Catonsville profesaron los votos de pobreza, obediencia y castidad -ante docenas de sacerdotes y obispos – «para el resto de mi vida en este mundo», en la Basílica del Santuario Nacional de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María. El capellán de la comunidad también se convirtió a la Iglesia Católica y fue ordenado como sacerdote católico en Junio.
Las religiosas se sentían «a la deriva, lejos de la vía más liberal que la Iglesia Episcopal está recorriendo» expresó la Madre Christie, aludiendo a recientes decisiones de los líderes de esa confesión.
Ahora, como instituto católico, continuarán con sus quehaceres de oración y servicio, pero reabrirán su noviciado, y con ello darán la bienvenida a nuevas candidatas para la comunidad.
«Estamos felices, pues hace varios años las conocemos, y ahora se unen a nosotros» expresó Sor Concetta Melton, de las Hermanas Oblatas de la Providencia, cuyo convento es casi vecino al de la nueva comunidad católica. Varias religiosas de diversas órdenes religiosas que hacen presencia en la ciudad estuvieron presentes en la ceremonia, para apoyar y congratularse con el importante paso que daban las nuevas católicas.
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