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Washington (Lunes, 07-11-2011, Gaudium Press) «La Nueva Evangelización no es un programa, sino una forma de pensar, ver y actuar, una lente a través de la cual podemos ver las oportunidades que nos son ofrecidas para anunciar nuevamente el Evangelio y que nos permite también reconocer que el Espíritu Santo continúa actuando en la Iglesia». Es lo que afirmó el Arzobispo de Washington, Cardenal Donald Wuerl hablando en los últimos días durante un encuentro de profesores de enseñanza religiosa de las Escuelas superiores católicas.
El cardenal habló para un grupo de 900 personas, entre catequistas y educadores católicos que actúan en las universidades americanas. Según él, «uno de los desafíos de nuestro ministerio es ayudar a las personas que nos fueron confiadas a entender que es en la Iglesia que encontramos a Cristo a través de su Palabra y de los Sacramentos».
También según el prelado, «en un mundo que tiene poca familiaridad con la sabiduría de Dios, la nueva evangelización es una nueva ocasión de catequesis en nuestro País».
Mons. Donald Wuerl fue recientemente, nombrado por el Papa Benedicto XVI, relator general del Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, que ocurrirá en el Vaticano en octubre de 2012. Él destacó la importancia de cómo transmitir correctamente un mensaje confiado que anime el encuentro con Cristo y que invite a la fe y a otro estilo de vida. «Ustedes están a la vanguardia de la nueva evangelización, un compromiso que recuerda de cerca la obra de la Iglesia primitiva y los primeros discípulos».
El arzobispo de Washington admitió las dificultades tantas veces señaladas por Benedicto XVI que dificultan el encuentro con Cristo: el secularismo, el materialismo y el individualismo; pero destacó como, siempre y cada vez más, son los jóvenes aquellos más abiertos al mensaje evangélico.
«Como los primeros misioneros que recorrieron grandes distancias para anunciar la Buena Nueva, también nosotros misioneros de la nueva evangelización, tenemos que superar las distancias ideológicas que son también inmensas, ya a partir de nuestras familias y nuestros vecinos».
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