Cochabamba (Martes, 15-11-2011, Gaudium Press) Con una exhortación para vivir el tiempo de Adviento y la Navidad como una ocasión para la conversión, y la lectura del «Mensaje del Pueblo de Dios» -donde los obispos bolivianos centran su atención a temas como la juventud, la defensa de la familia, la pobreza y el «Año de la fe», convocado por Benedicto XVI – concluye hoy en Bolivia la 92ª Asamblea Episcopal.
En lo referente a la juventud, los obispos han destacado la participación de millones de jóvenes de todo el mundo en la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Madrid el pasado mes de agosto, como un «signo esperanzador». Para los obispos «impactó su entusiasmo contagiante, sus oraciones sentidas, su compromiso derribando muros de color y de razas, su presencia evangelizadora en todas las diócesis de España, su espíritu de sacrificio y la respuesta pacífica a la provocaciones».
En este sentido, los obispos bolivianos, recordando que la Iglesia en América Latina opta por los jóvenes, expresan también su dolor al ver que muchos de ellos «sufren la soledad por la desintegración familiar», que en no pocas ocasiones los hace víctimas de múltiples vicios. «Esta problemática, de la que son víctimas los jóvenes, debería encontrar en la educación una ayuda privilegiada, que esté impregnada de valores humanos y cristianos, y sea libre de las ideologías que atentan a la dignidad y libertad de las personas», agregan los prelados.
Sobre la familia, también hace constar que «tristemente» ella hoy está amenazada en su identidad y misión: «En nuestro país constatamos que en los últimos años ha ido disminuyendo la valoración del sacramento del matrimonio y aumentado el número de uniones libres, separaciones y divorcios, con graves consecuencias personales, familiares y sociales», y recuerdan que el matrimonio es un sacramento, un «don y proyecto de Dios». Ante lo cual añaden: «Otras modalidades de celebración y vivencia de pareja, como se han dado en estos últimos tiempos, no tienen valor para los fieles católicos y la Iglesia».
Asimismo, refiriéndose a la pobreza persistente de Bolivia, hacen un llamado para que se mejoren las condiciones de vida de muchos bolivianos: «En nuestro encuentros con la gente en el desempeño de nuestro ministerio pastoral, constatamos que, a pesar de que los índices macroeconómicos han mejorado en el país, sin embargo la pobreza sigue manifestándose, entre otros, en la falta de trabajo digno y de acceso a los servicios básicos y de salud, y la insuficiente alimentación de sectores marginados por la constante subida de la canasta familiar».
Finalmente, en unión con la invitación de Benedicto XVI y con ocasión de los 50 años de la Creación de la Conferencia Episcopal Boliviana, los obispos también animan a vivir el «Año de la Fe»: «Alentamos a que todos los sectores del Pueblo de Dios asumamos con generosidad este desafío y con gozo nos preparemos a celebrar el Año de la Fe, ocasión privilegiada para un renovado empeño en la Misión Permanente, como fieles discípulos misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida».
Con información del Sistema Informativo de la Iglesia Católica en Bolivia (Maná).
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