Cuautitlán Izcalli, Estado de México (Miércoles, 16-11-11, Gaudium Press) Tras reflexionar sobre la emergencia educativa en México, sus obispos emiten un comunicado en el que explican a su feligresía las conclusiones alcanzadas y los pasos a seguir.
Monseñor Aguiar, como presidente de la CEM, es uno de los firmantes del documento |
En el comunicado, firmado por Mons. Carlos Aguiar Retes Arzobispo de Tlalnepantla y Presidente de la CEM, al igual que por Mons. Víctor René Rodríguez Gómez, Obispo Auxiliar de Texcoco y Secretario General de la CEM, a nombre de todos los Obispos de México, los prelados reconocen la responsabilidad de la de la Iglesia en su papel evangelizador y educador. De igual manera brindan apoyo a todas aquellas personas involucradas en funciones educativas concretas y enfatizan que entienden la educación «en su sentido más amplio como esfuerzo por ayudar a la persona en su desarrollo humano integral».
La emergencia educativa consiste en «una acción urgente e inmediata para superar la creciente dificultad que encontramos para trasmitir la fe, los valores fundamentales, formar en las virtudes y ayudar en la formación de la conciencia»,… «derivados del relativismo y una visión fragmentaria del ser humano» en la actualidad. Por tal motivo los Obispos han acordado que se deben encontrar soluciones nuevas para los nuevos problemas, pues es inútil utilizar soluciones antiguas para problemas nuevos.
Los Obispos han emprendido un trabajo de análisis que involucra tanto a miembros de la Iglesia como a académicos mexicanos. Este análisis derivará en un documento para todos los bautizados y hombres de buena voluntad en el que se hará la propuesta y emitirá el compromiso de los Obispos, y agregan «nos urge proponer criterios, acciones y proyectos en colaboración con todos los demás sectores de la sociedad para promover una cultura humanista, solidaria y justa. Nos urge encontrar caminos para evangelizar en la educación y para educar en la evangelización.»
El comunicado reconoce la labor educadora y formadora tanto de padres de familia como de maestros a quienes se les agradece y anima a continuar con su ardua misión, y finaliza haciendo una invitación a «todos los evangelizadores para que se consideren verdaderos educadores y a todos los educadores para que se consideren verdaderos evangelizadores.»
Con información de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
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