"Quien conoció al joven Galileo nunca más lo abandona", dice arzobispo de Maringá, Brasil, en carta a los jóvenes

Maringá (Martes, 22-11-2011, Gaudium Press) El arzobispo de Maringá, en el estado de Paraná, Mons. Anuar Battisti, escribió recientemente una carta a los jóvenes con el título «Camino a la felicidad». En la carta, que está siendo distribuida a la juventud en las 55 parroquias de la Arquidiócesis, el arzobispo presenta a Jesucristo con un lenguaje simple y cautivante.

El prelado inicia el texto afirmando que el ser humano conoce a una persona por los ojos, y en los ojos de los jóvenes hay algo que nadie tiene: el encanto por la vida. «Me quedo admirado al verte, con tanta energía y coraje, con tanto deseo de realización, con tantas ganas de ser alguien. Vos tenéis sed de transformación, deseáis ser alguien y alguien importante. Eso es muy bueno. Al mismo tiempo me preocupo por ti. Sí, me preocupo porque bien te quiero y quiero tu bien y que practiques el bien», dice Mons. Anuar.

Es en función de esta preocupación que Mons. Anuar propone un camino, un estilo de vida, que abrirá nuevas perspectivas de realización para la juventud. «Estoy seguro de que ya escuchaste hablar, ya leíste respecto a él, ya lo conoces. Y si acaso no lo conoces, vas a conocerlo en breve. Él tiene varios nombres, pero a mí me gusta llamarlo el joven Galileo».

El joven Galileo

El arzobispo explica que Jesús vivió como nosotros en todo, menos en el pecado. Según él, el joven Galileo pasó por esta tierra, pisó en ella, lloró, estuvo feliz, «se peleó», dijo la verdad, rezó noches enteras, dejó a multitudes fascinadas por su palabra, promovió la justicia y combatió los males hasta el fin. Mons. Anuar también resalta que Jesucristo amó a todos: pobres, enfermos, extranjeros, jóvenes, ancianos, enemigos, pues su misión fue amar a todos.

«Joven, usted hoy es llamado a escoger. Elecciones no son fáciles. Cuestan sufrimiento, sacrificio y muchas renuncias. Pero son necesarias. Tú piensas, por ejemplo: qué voy a estudiar, qué profesión ejerceré, qué familia quiero constituir, cómo seré una persona realizada. En esas encrucijadas de la vida es que tú puedes contar con el joven Galileo que dio la vida por ti, que te ama y quiere tu felicidad», enfatiza el prelado en la carta.

Para el arzobispo, el joven que conoce a Jesús y lo acepta nunca más lo olvida, «porque él se encarga de su vida, se vuelve solidario con el joven, haciéndole ver el mundo con ojos diferentes». Mons. Anuar también destaca en el texto que es «Jesús es quien torna al joven capaz de amar y de ser una persona de bien» y, que, por tanto, la juventud no debe dejar para elegir más tarde al joven Galileo como su compañero de viaje.

«Sé que eres un joven de fe y en la fe tú puedes tomar decisiones radicales, para siempre. En este camino, quiero contar contigo como discípulo apasionado por el joven Galileo, Jesús de Nazaret. No estás solo. En la comunidad de la Iglesia hay un gran número de jóvenes como tú, que ya hicieron esa elección. Ama a tu Iglesia. Ella es un regalo de Dios. Es lugar del encuentro, de la experiencia de fe, de los hermanos que se quieren bien», dice.

Por último, el arzobispo afirma que el joven al escoger a Jesús se volverá también un misionero, que conquistará para Jesús a otros jóvenes que buscan matar la sed de felicidad en otros caminos y siempre les va mal. «Querido joven, he aquí el camino de la felicidad. No pierdas tiempo, tu vida es preciosa. Quien conoció al joven Galileo nunca más lo abandona», concluye.