Pekín (Lunes, 28-11-2011, Gaudium Press) La misión evangelizadora en China está aumentando gracias a las comunidades católicas que están siendo reforzadas por la espiritualidad e intercambio de experiencias.
Según informaciones de la agencia Faith de la provincia de He Bei, algunas actividades realizadas por las comunidades católicas, tuvieron un papel fundamental en este trabajo de evangelización. Uno de los ejemplos citados por la agencia de noticias es el retiro espiritual de cuatro días promovido por la parroquia San Marcos, en la Diócesis de Nanchiro. El boletín muestra el testimonio de algunos de los participantes que afirman que, al necesitar de una formación sólida recibieron en el encuentro «un período de calma durante el cual entraron en contacto con Nuestro Señor Jesucristo, en la oración».
«La parroquia está instalada en una región aislada, por tanto es difícil organizar una formación regular y la propia vida comunitaria es un poco desfavorecida, pero vimos el entusiasmo de los fieles con la vida espiritual, que se transformó en fuerza para la evangelización», explica el padre Shoji Yosano, párroco de la Iglesia de San Marcos.
Otro trabajo presentado por la agencia fue el Congreso de los Parroquianos de la Parroquia de LinZi, de la Diócesis de Zhou Cun. El evento realizado el pasado día 20 reunió cerca de 50 personas que hicieron un balance de las actividades efectuadas en 2011 en los más diversos campos de actuación, como pastorales, catecismo, evangelización, espiritualidad, servicio social y obras caritativas. A partir de los resultados de este encuentro, fueron identificados los rumbos que serán dados en los próximos años para cada área, dando un destaque especial a la profundización de la Sagrada Escritura.
Un trabajo más que mereció destaque como testimonio y ejemplo fue el realizado por una señora de 66 años que vive en la villa de Xin Cun, perteneciente a la Diócesis de Yan Yang. En tres años ella llevó más de 100 personas para ser bautizadas en la Iglesia.
En su testimonio ella afirmó que «es preciso confiar plenamente en el Espíritu Santo. Toda vez que voy a dar una clase de catecismo yo rezo antes y pido al Señor que me haga instrumento de Él.
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