Ciudad del Vaticano (Martes, 29-11-2011, Gaudium Press) «Es mi esperanza que los esfuerzos concienzudos de la Iglesia de enfrentar esta realidad ayuden» a todos «a reconocer las causas y las consecuencias devastadoras de los abusos sexuales y a responder eficazmente a este flagelo que afecta todos los niveles de la sociedad», dijo Benedicto XVI al segundo grupo de obispos estadounidenses de las Regiones I-II-III recibidos el sábado pasado de mañana, por ocasión de su visita «ad Limina».
El Papa destacó que «muchas personas de buena voluntad continúan mirando la sabiduría de la Iglesia» |
En su discurso el Santo Padre resaltó dos temas fundamentales: la necesidad de sanear la situación de los casos de abusos sexuales; y el empeño sobre la nueva evangelización en el país. «Quise entender personalmente los sufrimientos causados a las víctimas y evaluar los esfuerzos sinceros realizados sea para garantizar la seguridad de nuestros niños, sea para enfrentar de modo trasparente y adecuado», dijo el Papa a los prelados refiriéndose a su viaje a los Estados Unidos realizado en 2008.
El segundo gran tema propuesto por el Pontífice fue el desafío de la nueva evangelización que se coloca ante de los cristianos en los «vastos» cambios del escenario social y religioso, en el contexto de la «creciente secularización de la sociedad» que comporta «una preocupante ruptura en las bases intelectuales, culturales y morales de la vida social».
«Considero significativo -dijo el Papa- que haya una mayor atención al futuro de nuestras sociedades democráticas por parte de tantos hombres y mujeres, a prescindir de sus visiones políticas y religiosas». Además, «a pesar de los intentos de hacer callar la voz de la Iglesia en el espacio público, muchas personas de buena voluntad continúan mirando su sabiduría, para su discernimiento y para su válida orientación de enfrentar esta crisis de gran dimensión».
Pero los obstáculos puestos por la cultura secularizada a la fe y a la práctica cristiana «inciden también en la vida de los creyentes, llevando muchas veces a ‘un velado atrito’ en relación a la Iglesia». Así, los creyentes son importunados cotidianamente por objeciones, por cuestiones problemáticas y el cinismo de una sociedad que parece haber perdido sus raíces»; y por «un mundo en el cual el amor por Dios se enfrió en muchos corazones». Por eso en la evangelización «somos los primeros en tener necesidad» de ser re-evangelizados para poder después llevar a Dios afuera.
El Santo Padre habló a los obispos estadounidenses también de la importancia de la implementación de la traducción del Misal Romano, principalmente a través de la catequesis para resaltar «la verdadera naturaleza de la liturgia» y «el único valor del sacrificio salvífico de Cristo en la redención del mundo».
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