Nota Pastoral de obispos del Brasil alerta a fieles sobre el uso indebido de términos privativos de la Iglesia

Brasilia (Viernes, 02-12-2011, Gaudium Press) Con las firmas del Cardenal Raymundo Damasceno de Assis, Arzobispo de Aparecida y Presidente de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB), de Mons. José Belisário da Silva, Arzobispo de São Luis y Vice Presidente de la CNBB y Mons. Leonardo Ulrich Steiner, Obispo Auxiliar de Brasilia, los obispos brasileños han divulgado una nota a los católicos brasileños «sobre algunas cuestiones relativas al uso indebido de los términos: católico, Iglesia Católica, clero y otros»
He aquí el pronunciamiento de los obispos brasileños:

La Nota Pastoral es firmada por el Card. Raymundo Damasceno, entre otros – Foto: Celam

La Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB), en defensa de la verdad y la libertad, consideró oportuno publicar la presente Nota Pastoral, destinada a los miembros del episcopado, el clero, los religiosos y a todos los fieles laicos.

El uso de nombres, términos, símbolos e instituciones propios de la Iglesia Católica Apostólica Romana, por otras denominaciones religiosas distintas de la misma, puede generar equívocos y confusiones entre los fieles católicos. En estos casos el uso de la palabra «católico», «obispo diocesano», «vicario episcopal», «diócesis», «clero», «catedral», «parroquia», «padre», «diácono», «fray», puede inducir al engaño y el error.

Personas de buena voluntad pueden ser llevadas a frecuentar tales templos, creyendo que se tratan de comunidades de la Iglesia Católica Apostólica Romana, cuando en verdad no lo son. Por esta razón la Iglesia tiene la obligación de aclarar y alertar al Pueblo de Dios para evitar probables daños de orden espiritual y pastoral.

Así, tenemos el deber de alertar a los fieles católicos sobre la existencia de algunos grupos religiosos, como es el caso de la auto-titulada «iglesia católica carismática de Belén» y otras denominaciones semejantes, que a pesar de autodenominarse «católicas», no están en comunión con el Santo Padre, Papa Benedicto XVI, y no forman parte de la Iglesia Católica Apostólica Romana. Por esta razón todos los ritos y ceremonias religiosas por ellos realizadas son ilícitos para los fieles católicos.

Siendo así, se recomienda vivamente a los fieles que no frecuenten los edificios donde ellos se reúnen ni colaboren o participen de cualquier celebración promovida por estos grupos. Recemos para que la unidad deseada por Jesucristo, suceda plenamente.
Brasilia-DF, 30 de noviembre de 2011.

Con informaciones de la CNBB.