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Río de Janeiro (Viernes, 03-04-2009, Gaudium Press) En su segundo y último día de visita a la ciudad de Río de Janeiro (ayer), el arzobispo electo, don Orani Juan Tempesta, estuvo por la mañana con el intendente Eduardo Paes y con el vicegobernador Luiz Fernando Pezão en el Palacio San Joaquín, residencia oficial del arzobispo. Durante el desayuno, los tres habían discutido sobre futuros proyectos entre la arquidiócesis, el Gobierno del Estado y la Municipalidad.
«No tengo dudas de que don Orani será de gran importancia para nuestra ciudad y para nuestro estado. Venimos acá para darle bienvenida y hacer con que se sienta en casa. Sabemos que la Iglesia tiene un papel fundamental, complementar el papel del Estado, en las acciones sociales, entrada en lugares que el Estado no puede acceder. Nosotros vamos a trabajar considerablemente juntos: la Iglesia Católica, la Municipalidad y el Gobierno del Estado», declaró el intendente después del encuentro.
Por la tarde, don Orani Juan Tempesta siguió al cerro do Sumaré, donde le visito al arzobispo emérito de Río de Janeiro, don Araújo Eugenio Sales. «Estoy seguro que la arquidiócesis de Río esta en buenas manos. Con ese espíritu guerrero y batallador, don Orani logrará muchas mejorías para Río de Janeiro», afirmó Don Eugenio Sales. Después, el arzobispo electo siguió para el Seminario San José, donde fue recibido por los 132 seminaristas al coro de «Ecce Sacerdos Magnus» (Aquí está el gran Sacerdote).
Antes de volver a Belén (PA), don Orani concedió una entrevista a la prensa. En la colectiva, dijo que «no tiene la ilusión» de que la cuestión de la violencia será resuelta «en un año o durante la Cuaresma«. Don Orani defendió un «plan de acción» para el combate a la criminalidad en la ciudad. «Tenemos que encontrar medios para que a corto, mediano y largo plazo establezcamos un plan de acción, donde la vida humana sea valorada de tal manera que haya empleo, salud y educación para todos», afirmó.
Durante la entrevista, don Orani apoyó también a la enseñanza religiosa en las escuelas de la red pública del Estado. «Sabemos que el Estado es laico y es bueno que lo sea. El Estado laico es democratico porque acepta la diversidad. No digo en catequesis, sino que en enseñar valores religiosos a nuestras criaturas. Es importante enseñar a los jóvenes que hagan el bien. La busca por lo trascendental hace parte del ser humano. Sin la enseñanza religiosa, la formación de los jóvenes nunca estará concluida», destacó.
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