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Kushpur – Pakistán (Viernes, 09-12-2011, Gaudium Press) En hechos que están causado creciente indignación de la comunidad internacional, la agencia Fides reporta un nuevo caso de asesinato de una joven cristiana por negarse a profesar la fe islámica. Un musulmán asesinó a Mariah, joven cristiana de 18 años a la que secuestró para casarse con ella. La muchacha rechazó convertirse al islamismo y ser esposa a la fuerza.
El P. Zafal Iqbal, párroco de Khushpur, donde vive la familia de Mariah, informó que ella «se resistió, no quería convertirse al Islam y no se casó con el hombre, que por esta razón la mató». La comunidad católica pakistaní ya ha comenzado a referirse a Mariah como «una mártir de la fe».
El asesino ha sido detenido y la policía está investigando. «Esperamos que se haga justicia, mientras, la comunidad está triste y molesta», dijo el sacerdote y añadió que «casos como este ocurren a diario en [la provincia de] Punjab».El P. Zafal expresó también a Fides que informó de estos hechos a la Comisión «Justicia y Paz» y al obispo de Faisalabad, monseñor Joseph Coutts.
Fides informó además que recientemente se ha resuelto otro caso de persecución religiosa contra cristianos: el del anciano católico de 72 años de Faisalabad, Rehmat Masih, liberado hace una semana, tras 2 años de prisión e inmenso sufrimiento, tras una falsa acusación de blasfemia.
La Ley de Blasfemia agrupa varias normas contenidas en el Código Penal inspiradas directamente en la Sharia -ley religioso-civil musulmana-, que sanciona cualquier ofensa contra Alá, Mahoma o el Corán. La ofensa puede ser denunciada por un musulmán sin necesidad de testigos o pruebas adicionales y el castigo suponer el juicio inmediato y la posterior condena a prisión o muerte del acusado.
La ley es usada con frecuencia para perseguir a la minoría cristiana, que suele ser explotada laboralmente y discriminada en el acceso a la educación y los puestos de función pública.
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