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Salvador (Domingo, 05-04-2009, Gaudium Press) El papa Benedicto XVI reconoció en la tarde del viernes pasado, día 3, las virtudes heroicas de la Hermana Dulce – primer paso en el proceso que puede llevar a la canonización de la religiosa. La decisión – de la canonización – ya había sido tomada en enero por la Congregación para la Causa de los Santos, formada por cardenales, obispos y teólogos, pero aguardaba la firma del Papa para tornarse oficial.
Hermana Dulce nació en Salvador, el 26 de mayo de 1914, y murió en la misma ciudad, el 13 de marzo de 1992. El interés por la vida religiosa comenzó a manifestarse ya en el inicio de la adolescencia. A los 13 años de edad, atendía enfermos en el portón de su casa, en el barrio Nazareth. En el mismo año, recibió el hábito religioso y adoptó, en homenaje a la madre, el nombre de Hermana Dulce, y tuvo una vida dedicada a los pobres y a las obras sociales.
El proceso de beatificación de la religiosa brasilera comenzó en enero de 2000. En 2003, la Congregación de la Causa de los Santos recibió los actos jurídicos del proceso y reconoció un posible milagro ocurrido por intercesión de la religiosa, que todavía precisa ser comprobado.
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