Santiago (Martes, 20-12-2011, Gaudium Press) Hoy martes a las 19:00 horas en el Santuario de la Inmaculada Concepción, ubicado en la cima del cerro San Cristóbal, el Coro de la Escuela de Música del Arzobispado de Santiago ofrecerá un Concierto de Navidad dirigido a toda la comunidad.
El grupo musical integrado por 120 personas interpretará líricamente la historia de la Encarnación de Dios y la Salvación del Hombre. Los organizadores del evento han extendido una cordial invitación a todas las familias de la arquidiócesis para que asistan a este hermoso evento cuya entrada es libre.
Asimismo, el miércoles 21 a las 20:00 horas, en la Catedral Metropolitana de Santiago, se efectuará un concierto de beneficencia que contará con la participación del destacado pianista chileno Roberto Bravo. Los fondos que se reúnan serán destinados a financiar las obras solidarias que preparan para esta Navidad la Comunidad San Egidio y la Vicaría de la Pastoral Universitaria.
«Navidad en la Calle»
Así se llama la iniciativa que hace varios años organiza la Pastoral Universitaria y cuyo objetivo es compartir la alegría del nacimiento del Niño Dios con aquellas personas que viven en las calles, plazas, hospederías y con quienes se encuentran enfermos en hospitales y centros de salud.
El mismo día 24 durante la tarde y toda la noche, los voluntarios saldrán al encuentro de aquellos hermanos más necesitados para compartir una cena, una oración o simplemente una compañía fraterna, entregándose a sí mismos como un verdadero regalo de amor al prójimo.
Llenos de espíritu misionero y alegres en el Señor, cerca de 250 personas, entre ellas muchas familias, asistieron el pasado fin de semana al taller formativo de esta actividad para rezar a Dios y coordinar los horarios y lugares donde se realizarán las visitas.
Juan Carlos Astudillo, Secretario Ejecutivo de la Pastoral Universitaria, manifestó en la ocasión su deseo de que «esta Navidad tenga un sentido de alegría, que no es el de los regalos, sino que el de ser discípulos misioneros de un Cristo que nos quiere traer la paz».
«Es una fiesta que nos recibe a todos, creyentes y no creyentes y nos invita a dar un paso hacia aquellos que más lo necesitan que al igual que Jesús no tuvieron espacio y se resguardan en una pesebrera», dijo.
Por su parte, Isidora Carrión, estudiante de ciencias químicas en la Universidad de Chile, señaló: «Acepté ser animadora de grupo y atreverme a vivir esta experiencia porque me atrae la idea de despojarme de la comodidad que siempre he tenido en la vida, de comer junto a la familia la noche de Navidad, los regalos etc. Estaba buscando algo nuevo y mi esperanza es encontrarme con las personas que más nos necesitan y que nosotros dejemos de pensar en nosotros mismos».
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