Lima (Lunes, 26-12-2011, Gaudium Press) «En estos días de Navidad le pedimos a Jesús que ilumine los corazones y mentes para que dejemos de lado ideologías trasnochadas y vayamos con espíritu abierto a buscar la felicidad para todos», dijo el Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima y Primado peruano, durante la Misa que presidió en la Basílica Catedral de Lima, el domingo 25 de diciembre, Solemnidad de la Natividad del Señor.
«Las ideologías no salvan el mundo, sino solo dirigir la mirada a Dios que nace. Jesús es el garante de nuestra libertad, de lo que realmente es bueno y auténtico, es el amor eterno hecho niño. Dejemos de lado lenguajes que no recogen la grandeza del ser humano. Que si la izquierda o la derecha; hermanos, todos somos hijos de Dios, una sola raza de un solo Perú a los pies del niño Jesús», refirió el Arzobispo de Lima.
«Por eso desde aquí nuestra cercanía con tantos hermanos de toda condición y de todo lugar. Que nadie se sienta dejado de lado de este niño Dios y del gozo de la Navidad. Que la fe se exprese con ese respeto, libertad y firmeza», prosiguió. Pidiendo a los fieles vivir con mayor rectitud, justicia y veracidad.
A la misa en la Catedral limeña asistieron la Primera Vicepresidenta de la República, Dra. Marisol Espinoza; el Presidente del Poder Judicial, Dr. César San Martín, el Presidente del Consejo de Ministros, Dr. Oscar Valdez; el Ministro de Justicia, Dr. Juan Jiménez; el Ministro del Trabajo, José Villena; así como el miembros del Cuerpo Diplomático acreditado en el Perú; y autoridades civiles y militares, a quienes el Arzobispo de Lima agradeció de manera especial su presencia.
La dignidad de la vida humana
«Tu vida vale mucho no por tus ideas, ni por tu credo, ni por tu condición social, vale por tu dignidad, esto es lo que la venida de ese Dios que se hace hombre repite a la humanidad una y mil veces. La vida de Jesús es la escuela de la lucha por la dignidad, la libertad y la verdad», señaló.
El purpurado pidió a los peruanos trascender la materialidad que caracteriza el mundo moderno y trascender hacia los valores espirituales.
«Sé que son tiempos en que lo que no es tangible y visible tiene poco espacio en el pensamiento. Ahora todo se mide con cosas materiales, pero la vida así no tiene futuro. Hay que trascender. El hombre necesita respirar con esa alma de donde nace la justicia, la valentía, la verdad y la libertad, y eso es dado por Dios».
El Cardenal Cipriani también reflexionó sobre la importancia de reconocer la gran tradición católica que hereda el pueblo peruano.
«Recibimos hermanos un pueblo maravilloso que tenazmente busca la felicidad, el desarrollo y el bienestar. Y nuestro pueblo ha heredado esa fe católica que con gran respeto y sin esconder la realidad histórica ha conformado la identidad de nuestra gente. Por eso las luchas fratricidas que de manera tan dura vivimos en años pasados deben terminar, pero no terminarán con pacifismos, terminarán cuando la verdad que es Jesús, se abra campo», refirió.
«No nos dejemos invadir por ese atraso que viene del mundo desarrollado que nos quiere decir que «guardemos» el amor a Jesús. Felizmente nuestro Perú no es así ni será así. No queremos seguir esa senda, por supuesto que respetamos todas las religiones, pero amamos la fe católica que el único Redentor Jesús ha traído al mundo», continuó.
Concelebraron con el Cardenal Cipriani, los Obispos Auxiliares de Lima, Monseñores Adriano Tomasi y Raúl Chau; así como Monseñor Kevin Randall, Encargado de Negocios de la Nunciatura Apostólica.
Con información de la Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Lima
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