"La confianza no es ciega ingenuidad", dice el Papa al encuentro de Taizé en Berlín

Berlín (Miércoles, 28-12-2011, Gaudium Press) Hoy, en la capital alemana, Berlín, comienza la edición 34ª del encuentro europeo de la «peregrinación de la confianza», organizado por la Comunidad de Taizé, que acoge a 30 000 jóvenes, la mayoría de «Europa, pero también con una participación simbólica de jóvenes de otras partes del mundo». A los participantes el Santo Padre Benedicto XVI, en un mensaje enviado por la ocasión, ha dicho que «la confianza no es ciega ingenuidad». El encuentro se prolongará hasta el 1 de enero y se desarrolla sobre el tema «Abrir vías de confianza entre las personas»; y es por primera vez en Berlín, ciudad-símbolo en la que la gente no se desanimó en las circunstancias más difíciles de su separación por un muro, en los tiempos del régimen comunista.

La confianza, extraida de la fe, hace al hombre más clarividente y dispuesto a enfrentar los sacrificios, dice el Papa

«La confianza no es ciega ingenuidad. Liberándoos de la esclavitud del miedo, esta confianza, extraída de vuestra fe en Cristo y en la vida de su Espíritu Santo en vuestro corazón, os hace más clarividentes y dispuestos a enfrentar los muchos desafíos y dificultades que enfrentan los hombres y mujeres de hoy»: Es ese el mensaje que el Santo Padre ha querido dirigir a los jóvenes y a los demás participantes del 34º Encuentro Europeo de Taizé, que se celebra cada año en una ciudad europea diferente hacia el final del año. El ritmo de los cuatro días se divide entre la oración y encuentros en las parroquias y lugares públicos de la ciudad. Los diversos encuentros dan la oportunidad de conocer mejor la ciudad y la presencia de los cristianos: se tiene previsto visitar el Reichstag donde se proporcionará a los jóvenes la oportunidad de conocer a algunos parlamentarios alemanes y discutir con ellos sobre el tema «Por un mundo más justo: la política y la responsabilidad ciudadana»,

Berlín es una «ciudad -escribe en carta dirigida a los jóvenes el superior de la Comunidad de Taizé- marcada por la mayor diversidad, una ciudad de cara al futuro pero también en búsqueda de una integración de los recuerdos dolorosos del pasado, una ciudad cuya población ha demostrado que no se desanima por las situaciones difíciles»