La Serena (Miércoles, 28-12-2011, Gaudium Press) Durante los días 24, 25 y 26 de diciembre, miles de fieles peregrinos repletaron el pequeño poblado andino de Andacollo para ser partícipes de la Fiesta Grande de la Virgen del Rosario. La celebración, que es organizada por el Arzobispado de La Serena, contó en esta ocasión con la presencia del Nuncio Apostólico de Su Santidad en Chile, monseñor Ivo Scapolo, quién presidió la Misa Central.
Tras un largo recorrido nocturno por la cuesta que conduce a Andacollo y que muchos devotos realizan a pie, los fieles participaron de la misa del alba que se ofició a las 6 de la mañana en el templo menor, dando así oficialmente el ‘vamos’ a la fiesta. Poco a poco durante el transcurso de la mañana, fueron arribando también los grupos de baile religioso que todos los años rinden un homenaje a su «Chinita».
A la espera de la Misa Solemne el ambiente era de profunda devoción. Los asistentes que repletaron los escaños del templo, de rodillas y con velas en las manos agradecían a la Santísima Virgen su intercesión y cuidado. A un costado, los sacerdotes impartían el sacramento de la reconciliación, mientras que a las afueras del templo los grupos de baile desplegaban con entusiasmo sus coloridas danzas al ritmo de la música.
Trabajar en la mina del Señor para acceder a sus dones y entregarlos a todos
Cercano al medio día, en la Basílica se llevó a efecto la Misa principal que fue celebrada por el Nuncio Apostólico, monseñor Ivo Scapolo y concelebrada por el Arzobispo de La Serena, monseñor Manuel Donoso, y numerosos sacerdotes y seminaristas de la arquidiócesis.
En su homilía, monseñor Scapolo entregó el saludo del Santo Padre Benedicto XVI a todos los fieles y los invitó a vivir este encuentro como verdaderos católicos, «con el corazón abierto a todos». Asimismo agradeció el encuentro que sostuvo con los líderes de los grupos de baile religioso y la posibilidad de poder participar de esta hermosa festividad tan llena de fervor y amor a la Virgen
Haciendo referencia a las labores mineras que llevan a cabo los habitantes de Andacollo, el prelado destacó que entender y transmitir a los hermanos el amor de Dios requiere también de mucha dedicación y esfuerzo, y en esta tarea el rezo del rosario ayuda a comprender mejor el plan de Dios para cada uno.
Tras la celebración eucarística, la imagen de la Virgen de Andacollo fue llevada hasta el atrio de la Basílica, donde cerca de 100 grupos de baile le rindieron un bello homenaje y se comprometieron ante Ella a participar de las celebraciones el próximo año. Finalmente, todos los presentes acompañaron a la Virgen del Rosario en su peregrinación por las calles del poblado minero.
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