Washington (Jueves, 29-12-2011, Gaudium Press) «Nuestro programa funcionaba bien en el campo específico, pero no suficientemente bien para los lejanos administradores que promueven la agenda del aborto y de la contracepción; para aquellos que se escandalizan por el hecho que, en conformidad con las enseñanzas de la Iglesia, la Conferencia Episcopal no promueve la supresión de vidas inocentes, la esterilización y la fecundación asistida».
Es lo que declara la hermana Mary Ann Walsh, portavoz del ‘Office of Migrations and Refugee Services’ (La Oficina para Migraciones y Servicios de Refugiados), el organismo no gubernamental de atención a migrantes y refugiados más importante de los Estados Unidos. La Oficina, órgano adscrito a la Conferencia Episcopal de los EE. UU., atiende a un 26% del total de inmigrantes que llegan a la Unión Americana, y trabaja en aspectos como el combate de la prostitución de mujeres inmigrantes y el comercio de órganos.
El Office of Migrations and Refugee Services recibía apoyo económico del Departamento de Salud y Servicios Humanitarios de los Estados Unidos. Pero ahora los fondos irán a la ‘US Committee for Refugees and Immigrants’ y a la ‘Heartland e Tapestry’ que, de suyo, no se ocupan de la inmigración clandestina sino de multiculturalismo.
Aunque no se es reconocido de manera pública, se afirma que los fondos fueron retirados porque el Office of Migrations and Refugee Services rechazaba ofrecer servicios como el aborto. Los obispos estadounidenses han protestado enérgicamente declarando que «parece que existe una nueva regla no escrita del Departamento de Salud. Es la regla del «abc»: Anybody But Catholics («Todos, excepto los católicos»)».
Con información de Actualidad y Análisis
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