Ciudad del Vaticano (Viernes, 30-12-2011, Gaudium Press) En la edición de ayer del L’Osservatore Romano, diario oficioso de la Santa Sede, fue publicado un resumen de los resultados de 5 años de investigación del Enea, (Agencia Nacional para las Nuevas Tecnologías, la Energía y el Desarrollo Económico Sostenible de Italia) sobre la Sábana Santa de Turín.
Como ya había sido noticiado por Gaudium Press, 5 fueron los científicos de esta agencia implicados en la investigación: Di Lazzaro, Murra, Santoni, Nichelatti e Baldacchini. Ellos tuvieron como problema de trabajo «la coloración similar a la que presenta la Sábana Santa de tejidos de lino por medio de radiación de ultravioleta lejano», es decir, en términos legos, se trataba de comprender cómo la imagen del lino de la Sábana Santa de Turín había quedado estampada. Los investigadores deseaban «conocer los procesos físicos y químicos que pueden generar una coloración similar a la de la imagen de la Sábana Santa».
Dice el informe de los científicos que «la doble imagen (frontal y dorsal) de un hombre flagelado y crucificado, que aparece a duras penas en el paño de lino de la Sábana de Turín, presenta numerosas características físicas y químicas de tal manera peculiares que actualmente hacen imposible obtener en el laboratorio una coloración idéntica en todos sus componentes, como indica el debate abierto con numerosos artículos, enumerados en las referencias». Si hoy, con todos los adelantos científicos es imposible, muchísimo más para cualquier «falsificador medieval».
La Iglesia Católica nunca se ha expresado definitivamente en el sentido de que la Sábana Santa de Turín es el lienzo que cubrió el cuerpo de Cristo después de su muerte. Entretanto, el tejido ha recibido la visita de tres Papas contemporáneos: Pablo VI en 1973, Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2010.
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