Madrid (Viernes, 30-12-2011, Gaudium Press) Un día tan frío como luminoso y claro, fue el marco de la Misa de las Familias, con motivo de la Fiesta de la sagrada Familia en la madrileña Plaza de Colón. Banderas de muchos países se intercalaban con globos, mientras que se escuchaban villancicos populares y diversos cantos religiosos. Familias de diversos países y de todas las diócesis españolas fueron llegando para oír testimonios de otras familias y de jóvenes que le agradecían a sus padres y abuelos lo que por ellos han hecho.
Convocados por el Cardenal Arzobispo de Madrid, D. Antonio María Rouco Varela acudieron miles de personas que después de la JMJ Madrid 2011 se sienten más libres para dar testimonio de su Fe cristiana. Cardenales, arzobispos, y obispos de Europa y de España concelebraron con el Arzobispo de Madrid, así como 400 sacerdotes. Los dos principales concelebrantes han sido los Arzobispos de Viena y de Barcelona, Cardenal Cristhoph Schönborn y Cardenal Lluis Martínez Sistach.
Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia señalaba desde la Plaza a la Cadena Cope que el acto era algo muy necesario para recordar a todos que es la institución de la familia, sus valores y beneficios. «Después de la revolución cultural que hemos vivido en los últimos años -señaló Blanco- era necesario reivindicar el concepto de familia y por eso doy gracias al Cardenal Rouco Varela por este testimonio. Los gobiernos pasan, las mayorías parlamentarias también y
las familias sin embargo continuamos».
Después de rezar el Rosario ante una imagen de la Virgen de la Almudena, los participantes de España, Portugal, Italia, Francia y otros países europeos así como muchos inmigrantes iberoamericanos seguían con atención el lema de la celebración: «Gracias a la Familia Cristiana henos nacido», resaltando así el papel de la familia en su existencia.
Dos mil voluntarios ayudaron a la organización y realización de la Misa, que contó con dos orquestas, la del Camino Neocatecumenal y la de la JMJ Madrid 2011, que interpretaron las músicas propias de la Eucaristía de la Jornada Mundial de la Juventud.
Mons. Juan Antonio Reig Plá, Obispo de Alcalá de Henares y Pte. de la Sub-Comisión episcopal de Familia y Vida, coordinador de esta Misa de las Familias resaltó en la Monición de Entrada que con la gracia de Dios se puede, vivir con fe el noviazgo, se pueden formar familias cristianas sólidas abiertas al don de la vida», pidiendo a la Sagrada Familia que nos mantengan «Edificados en Cristo y firmes en la Fe».
Estuvo presente la alcaldesa de Madrid
Participó de la Eucaristía la recién estrenada Alcaldesa de Madrid, Doña Ana Botella acompañada de su marido el ex-Presidente del Gobierno D. José María Aznar. También participaron el Consejero de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Madrid, Salvador Victoria, el Senador Luis Peral, el Diputado Eugenio Nasarre Goicochea y el Euro-diputado y ex Ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, acompañados todos por sus familias.
D. Antonio María Rouco Varela al inicio de la Misa leyó el Mensaje enviado para la ocasión por el Papa Benedicto XVI en el que invitaba «a todos a considerar esta Celebración como continuación de la Navidad», animando » a ser conscientes de tener a Dios a vuestro lado y de invocarlo siempre para recibir de él la ayuda necesaria para superar vuestras dificultades». El Papa en su texto recordó la dimensión educativa de la institución de la familia afirmando que «el calor del hogar, el ejemplo doméstico, es capaz de enseñar muchas más cosas de las que pueden decir las palabras». El Pontífice exhortó a «revitalizar la fe en vuestras casas y tomar mayor conciencia del Credo que profesamos» recordando finalmente «con emoción inolvidable la alegría de los jóvenes reunidos en Madrid para la Jornada Mundial de la Juventud, pido a Dios, por intercesión de Jesús, María y José, que no dejen de darle gracias por el don de la familia, que sean agradecidos también con sus padres, y que se comprometan a defender y hacer brillar la auténtica dignidad de esta institución primaria para la sociedad y tan vital para la Iglesia».
El Cardenal Rouco Varela en su Homilía propuso la familia como respuesta a la actual crisis y recordó el legado del Beato Juan Pablo II sobre el Evangelio de la Vida e hizo un apelo a los jóvenes para que sean portadores de ese mismo evangelio. El Cardenal recordó las palabras que el Papa Benedicto XVI dirigió recientemente a los miembros de la Curia Romana en el día de la Felicitación de Navidad: «La JMJ-2011 en Madrid ha sido una medicina contra el cansancio de creer». Agregando luego el Presidente de la Conferencia Episcopal Española: «Si permanecéis firmes en vuestro Sí a Cristo y lo lleváis a vuestros compañeros, vivo y jubiloso, y a vuestras familias, ese cansancio se convertirá en alegría: ¡en la alegría de creer! Si se cree, profesa y educa en la fe dentro del matrimonio y de la familia, si se acepta el don de la vida como un gran paso del amor, entonces quedará la puerta abierta al amor de Jesucristo que nos dará la fuerza para superar todas las crisis; también ésta, la presente, que tanto nos duele y angustia».
Las preces de la oración de los fieles fueron realizadas por niños, jóvenes, adultos y abuelos de una misma familia, la familia Castañeda.
Cuando la tarde caía y comenzaba a ponerse el sol, el Cardenal Rouco Varela antes de dar la Bendición final leyó la invitación del Cardenal Ennio Antonelli, Presidente del Pontificio Consejo de la Familia para participar en el próximo Encuentro mundial de las familias en Milán.
Con el cántico del «Salve Señora de tez morena…» himno a Santa María de la Almudena, patrona de Madrid se terminó el acto.
El frío invernal de Madrid era compensado por el calor del entusiasmo de todos los que en la Plaza de Colón y en los alrededores del Paseo de la Castellana se habían reunido. En sus oídos resonaban las palabras del Papa Benedicto XVI: «Dejaos guiar por la Iglesia, a la que Cristo ha encomendado la misión de propagar la buena noticia de la salvación a través de los siglos, sin ceder a tantas fuerzas mundanas que amenazan el gran tesoro de la familia, que debéis custodiar cada día».
Gaudium Press / Rafael Ituarte Pujol
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