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Lima (Martes, 03-01-2012, Gaudium Press) «Al iniciar el nuevo año invito a todos los fieles y a todos los peruanos a levantar una vez más nuestra mirada agradecida al Señor del tiempo, de la historia y de la eternidad, por todas las cosas buenas que hemos experimentado y mirar al 2012 con esperanza, construyendo una sociedad donde impere el bien común, la justicia, la solidaridad y la paz», dice Mons. Héctor Miguel Cabrejos, Arzobispo Metropolitano de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, en el mensaje de año nuevo que dirige a los fieles peruanos.
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| Mons. Héctor Miguel Cabrejos |
En la misiva, el Arzobispo hace un especial llamado por los niños y jóvenes, quienes, según expresa, «son nuestro presente y nuestro futuro», y quienes esperan aprender de sus mayores «el parecio por el valor positivo de la vida, de la familia y el deseo de gastarla al servicio del bien común», continúa.
En este sentido, Mons. Cabrejos también apela para que los peruanos durante este 2012 se comprometan principalmente con la familia que es, como señala, «valor fundamental donde los hijos reciben de sus padres los valores que permiten una convivencia constructiva y pacífica».
«Por eso, con ocasión de la Jornada Mundial de la Paz 2012, el Santo Padre Benedicto XVI pide a los responsables políticos ‘que ayuden concretamente a las familias e instituciones educativas a ejercer su derecho deber de educar. Nunca debe faltar una ayuda adecuada a la maternidad y a la paternidad. Que se esfuercen para que a nadie se le niegue el derecho a la instrucción y las familias puedan elegir libremente las estructuras educativas que consideren más idóneas para el bien de sus hijos’ «, agrega el Arzobispo de Trujillo.
Continuando con su mensaje para el año nuevo, el Presidente del Episcopado Peruano, también hace referencia a la importancia de seguir trabajando por la evangelización: «Al acercarnos al nuevo año, renovamos la firme voluntad de la Iglesia de trabajar por la evangelización, cuyo centro y fin es Cristo, para que tengan vida en Él, pero también renovar el compromiso de estar siempre atentos a toda problemática humana».
En el contexto del Día Mundial de la Paz, celebrado por la Iglesia el pasado 1º de enero, Mons. Cabrejos recuerda en la misiva que la paz no es únicamente un don que se recibe, «sino una obra que se ha de construir».
Dice, además, que Perú necesita de «corazones nobles, autoridades con la mejor vocación de servicio, y ciudadanos que estén dispuestos a brindar sus mejores esfuerzos para consolidarnos como país, asumiendo con gozo y entereza las tareas que siguen pendientes».
En este sentido, el Arzobispo, señala que con el inicio de un nuevo año hay también una nueva oportunidad para seguir construyendo la cultura de la paz por medio de un diálogo que sea equitativo y constructivo, «donde se ame y defienda la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la persona humana, su dignidad y la familia».
Al final del mensaje Mons. Cabrejos hace votos para que el inicio de este 2012 «anime el espíritu de solidaridad y sea portador de abundantes bendiciones del Señor para consolidar la democracia, el estado de Derecho, la justicia, la paz, el perdón, la reconciliación y el bienestar para todos los peruanos».
Con información de la Conferencia Episcopal Peruana.
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