Santiago (Martes, 17-01-2012, Gaudium Press) Cerca de 7 mil personas asistieron a los cursos que se impartieron en las Escuelas de Verano 2012, instancia de formación dirigida principalmente a laicos y que cada año organiza el Instituto de Pastoral Santiago (INPAS), en conjunto con las vicarías zonales y ambientales de la Arquidiócesis.
La ceremonia de clausura se desarrolló el pasado sábado 14 de enero en el colegio Sagrados Corazones de Alameda y estuvo presidida por el Obispo Auxiliar de Santiago, monseñor Cristián Contreras Villarroel quien expuso sobre los 50 años del inicio del Concilio Vaticano II.
Mons. Contreras se dirige a los asistentes al acto de clausura |
En su presentación, el prelado hizo presente a los asistentes que la creación de un Dicasterio para la Nueva Evangelización, el aniversario del inicio del Vaticano II y el Año de la Fe que comienza en octubre próximo, tienen como contrapartida una realidad «de secularización constante que se vive en la Europa occidental cristiana» y de una crisis de fe.
Una crisis de fe que afecta a muchos
Sobre lo anterior, monseñor Contreras comentó el mensaje del Santo Padre Benedicto XVI al convocar a este Año de la Fe señalando que «sucede hoy con frecuencia que los cristianos se preocupan mucho de las consecuencias sociales, culturales y políticas de su compromiso, al mismo tiempo que siguen considerando la fe como un presupuesto obvio de la vida común», cuando en la realidad palpamos «una profunda crisis de fe que afecta a muchas personas».
Para hacer frente a este nuevo desafío y «para dar respuesta a la sociedad actual», el pastor exhortó a los fieles a realizar una relectura de la constitución Gaudium et Spes e internalizar su enseñanza en el sentido de que «los gozos, las esperanzas, las tristezas y angustias de los hombres de nuestro tiempo, son también de los discípulos de Cristo». También hizo un llamado a no temer a los tiempos actuales y a ser imagen y semejanza de Dios en cada realidad particular.
«No debemos retraernos ante los desafíos que la sociedad y la cultura actual nos ponen, porque éstos son nuestros tiempos y los tiempos son lo que somos nosotros. Y si nosotros somos más imagen y semejanza de Dios, más transparentes de ese misterio de Dios que inhabita en nosotros, los tiempos serán mejores», manifestó.
Tras la exposición del obispo, se efectuó la entrega de los diplomas y certificados a los participantes de los distintos cursos impartidos en esta versión de las Escuelas de Verano.
Deje su Comentario