Ciudad de México (Martes, 17-01-2012, Gaudium Press) Se afirma que era deseo del propio Benedicto XVI, y de muchos mexicanos, que en su peregrinación a México a finales de marzo el Papa fuese al Cerro del Cubilete, uno de los ‘centros’ de la fe del pueblo azteca, donde están erigidos el Santuario y la Imagen del Cristo Redentor que comenzó a construirse desde 1920, que fue destruida bajo el gobierno anticlerical de Plutarco Elías Calle, y que fue reconstruida entre 1945 y 1966. El Santuario del Cristo Redentor en El Cubilete es el tercero en afluencia de peregrinos en el país mexicano.
Sin embargo, dadas las condiciones de salud del Pontífice, esa escala era desaconsejada por la altura y lo un tanto enrarecido del aire. Entretanto, el Espíritu Santo inspiró una solución.
El 25 de marzo, en helicóptero -mientras el Papa se traslade de su residencia en el convento del Colegio Miraflores de la congregación de las Esclavas de la Santísima Eucaristía en León hasta el Parque Bicentenario de Silao, donde presidirá una multitudinaria misa- el Papa sobrevolará por algunos minutos el famoso Santuario, a unos 2600 metros de altura. Esta etapa aérea será la primera registrada en la historia de los Viajes Apostólicos.
Pero allí no terminarán los actos del Papa con relación al Santuario. Alrededor de las 19 horas de ese mismo día, al final de las Vísperas que el Papa recitará junto a los obispos mexicanos y representantes de los episcopados de América Latina, por medio de aparatos especiales el Sumo Pontífice encenderá las luces de la nueva iluminación del Santuario y de la estatua de Cristo Rey.
Entre los dos lugares habrá una conexión televisiva que permitirá seguir, tanto en el Santuario como en la Catedral leonina el surgimiento de la nueva iluminación.
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