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Washington (Viernes, 27-01-2012, Gaudium Press) El Arzobispo de Nueva York y presidente de la Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados Unidos, Mons. Timothy Dolan, presidió el pasado lunes 23, en Washington, la ceremonia de conclusión de la vigilia nocturna de la 39ª Marcha para la Vida. En su homilía, el arzobispo criticó la decisión del gobierno norteamericano de obligar a todos los hospitales del país a proporcionar, a partir de 2013, contraceptivos y medicamentos abortivos en sus programas de salud.
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| Mons. Dolan criticó decisión de obligar a los hospitales a proporcionar contraceptivos en sus programas de salud |
«Desde el punto de vista humano, seríamos tentados a desistir delante de un gobierno que considera la concepción, el embarazo y el nacimiento como una enfermedad a ser curada, y delante de quien considera el bloqueo químico de la concepción o el aborto de un niño, un derecho que debe ser financiado por quien es contrario», dijo el prelado en su discurso, aseverando que jamás se debe «ceder delante de quien ataca la vida y la libertad de consciencia».
El domingo 22, durante la misa de apertura de la vigilia, el arzobispo de Galveston-Houston y presidente de la Comisión Episcopal Pro-Vida, Cardenal Daniel Di Nardo, también hizo referencia a la decisión del gobierno norteamericano. «Nunca en la historia estadounidense un gobierno federal obligó a los ciudadanos a comprar un producto que violase sus convicciones», afirmó el purpurado.
A fin de reforzar todavía más su punto de vista, el Cardenal Di Nardo recordó las palabras pronunciadas por el Papa Benedicto XVI, la semana pasada, a un grupo de obispos norteamericanos en visita «Ad limina». Haciendo mención a la decisión del gobierno, el Pontífice declaró que es «fundamental que toda la comunidad católica en los Estados Unidos sea capaz de comprender las graves amenazas al testimonio público de la Iglesia».
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