Ciudad del Vaticano (Lunes, 30-01-2012, Gaudium Press) «Muchas veces para el hombre la autoridad significa la posesión, poder, dominación, éxito. Para Dios, entretanto, la autoridad significa servicio, humildad, amor», observó Benedicto XVI en la reflexión antes de la recitación del Ángelus dominical. El mes de enero en la Iglesia de Roma es celebrado como el mes de oración por la paz. En esta ocasión, así como cada año, en el último domingo del mes, el Papa liberó junto a dos niños miembros de la Acción Católica invitados a su oficina, dos palomas en señal de paz.
El Pontífice dijo que las palomas «quieren quedarse en la casa del Papa» |
Dos temas, el de la autoridad y el de la paz, estuvieron presentes en la reflexión del Papa, en la oración con los fieles para el Ángelus. Benedicto XVI resaltó que la autoridad divina es el poder del amor» que «restaura al mundo corrompido por el pecado». Modelo a ser seguido en el ejercicio de la autoridad es Jesucristo que «se inclina a lavar los pies de los discípulos, que busca el verdadero bien del hombre, que cura las heridas, que es capaz de un amor tan grande de dar la vida, porque Él es Amor».
En los tradicionales saludos en varias lenguas, en inglés el Santo Padre invitó a rezar «a pesar de las distracciones de la vida y del aparente progreso del mal, [que] que nosotros seguimos poniendo nuestra fe en el Señor Jesús quien es «el camino, la verdad y la vida». En español alentó a los fieles a meditar sobre la palabra de Dios y a responder a ella con «una oración sincera, constante y humilde. De ahí sacaremos fuerzas para afrontar las dificultades de la vida y servir con sencillez a los que nos rodean, sobre todo a quienes pasan por pruebas diversas».
En el último domingo de enero ocurre también un momento muy particular por su simbolismo. El Pontífice, acompañado por una niña y un niño, libera dos palomas en señal de paz. Los romanos manifiestan su apoyo por la paz participando de la «Caravana de la Paz», promovida por la Acción Católica de la diócesis de Roma. Ayer las dos palomas volvieron hacia el Papa: una paró sobre la repisa de la ventana y la otra entró nuevamente al departamento del Papa para salir luego. «Quieren quedarse en la casa del Papa», comentó el Santo Padre.
Ayer fue celebrado también el Día mundial de los enfermos de lepra y el Día Internacional de la intercesión por la paz en Tierra Santa.
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