Viena (Jueves, 02-02-2012, Gaudium Press) El prefecto para la Congregación de las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Amato, elevó el pasado domingo a la honra de los altares, a la Beata Hildegarda Burjan, una madre de familia que se convirtió al catolicismo y tuvo papel decisivo en la vida política y en obras caritativas.
Escena de la misa de beatificación |
Mientras el Cardenal Amato presidía la Santa Misa, el Papa Benedicto XVI durante la recitación mariana del Ángelus, en el Vaticano, animó a los fieles a dar gracias a Dios por el ejemplo de vida de la nueva beata. «Queridos hermanos y hermanas, hoy en Viena está siendo proclamada Beata, Hildegard Burjan que vivió en el siglo XIX y fundó la sociedad de las Hermanas de la Cáritas Social. Aclamemos al Señor por este testimonio del Evangelio».
Hildegarda nació en el seno de una familia judía no practicante. En su juventud se dedicó a la política y se unió en matrimonio con un ingeniero húngaro, Alexander Burjan.
En 1909 ella fue afectada por una seria enfermedad en los riñones, quedando al borde de la muerte. Durante el período en que estuvo internada, las monjas que cuidaban del hospital comenzaron a rezar y su salud mejoró completamente.
Conversión
Hildegarda atribuyó la cura a un milagro y a partir de este momento, pasó a conocer a Dios. Durante los días que estuvo internada, ella comenzó a observar el trabajo social que las monjas desenvolvían en el hospital y pidió ser bautizada para ingresar a la Iglesia Católica.
Más tarde, cuando quedó embarazada, los médicos sugirieron que ella abortase el bebé, debido a sus problemas renales. Hildegarda consideró esta sugerencia como un asesinato y arriesgó su vida para dar a luz al hijo, que nació en perfecto estado de salud.
En 1919 decidió fundar la Sociedad Cáritas Sociales, constituida por mujeres dedicadas a la asistencia de personas convalecientes, enfermas y portadores de disturbios mentales. También fundó albergues para madres solteras, jóvenes y mujeres sin vivienda, además de espacios que realizaban la distribución de comida para los pobres.
Hildegarda fue la primera mujer en tornarse miembro del Consejo Municipal de Viena en 1918 por el Partido Social Cristiano y al año siguiente, se volvió diputada en el Consejo Nacional de Austria.
Ella falleció en 1933 a los 50 años de edad. Su lema era: «Entregada completamente a Dios y a la humanidad».
El proceso de beatificación comenzó en 1963 a través del Obispo Castrense de Austria, Mons. Franz König. Fue declarada Venerable en 2007 y en 2011 fue reconocido un milagro atribuido a ella.
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