Ciudad del Vaticano (Viernes, 10-02-2012, Gaudium Press) A las 12 horas locales en Roma, y en la Sala de los Papas del Palacio Apostólico Vaticano, Benedicto XVI recibió en audiencia a los miembros de la Fundación Juan Pablo II para el Sahel, región de África subsahariana que abarca los países de la costa occidental y central de ese continente.
Para el Papa «África es ahora el hogar de la Buena Nueva, es para la Iglesia el Continente de la Esperanza» |
Esta Fundación nació tras la primera visita de Juan Pablo II a África, en mayo de 1980, y fue establecida con un Quirógrafo el 22 de febrero de 1984. Se dedica a la gestión y protección de los recursos naturales, la lucha contra la sequía, la desertificación y la pobreza, así como al desarrollo rural, involucrando a la población local.
A los 25 miembros de la Fundación presentes en el Palacio Apostólico, el Sumo Pontífice recordó que el Sahel «ha vuelto a estar gravemente amenazado por una disminución importante de los recursos alimentarios y por el hambre, a causa de la falta de lluvia y del consiguiente avance constante del desierto. Exhorto a la comunidad internacional a interesarse seriamente por la extrema pobreza de estas poblaciones en las que las condiciones de vida se deterioran. Deseo también alentar y apoyar los esfuerzos de los organismos eclesiales que operan en este campo».
«La caridad -continuó el Papa- debe promover todas nuestras acciones. No se trata de querer hacer un mundo ‘a la medida’, sino de amar. Es por eso que la Iglesia no tiene como vocación primera de transformar el orden político o de cambiar el tejido social. Ella quiere traer a la luz de Cristo. Es Él quien transformará todo y a todos. Es a causa de y por Jesucristo que la contribución cristiana es tan específica. En algunos países que ustedes representan, el Islam existe. Sé que ustedes buscan mantener buenas relaciones con los musulmanes y eso me alegra. Testimoniar que Cristo está vivo y que su amor va más allá de cualquier religión, raza y cultura, es importante para ellos también».
El Papa también puso ante su auditorio de relieve la importancia del África, particularmente desde el plano de la fe:
«Se describe de manera reductiva y a menudo humillante, a África como el continente de los conflictos y problemas interminables e insolubles. Por el contrario, África es ahora el hogar de la Buena Nueva, es para la Iglesia en el continente de la esperanza. Para nosotros, para ustedes, África es el continente del futuro. Repito la exhortación pronunciada durante mi reciente viaje a Benín: «¡África, Buena Nueva para la Iglesia, que sean esto para el mundo entero!». La Fundación Juan Pablo II para el Sahel es de ello un gran testimonio», expresó el Papa.
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