Ciudad del Vaticano (Viernes, 17-02-2012, Gaudium Press) Con la recitación de la Hora Tercia, en presencia del Santo Padre, inició hoy de mañana, en la Nueva Sala del Sínodo, un día de oración y reflexión, convocado por Benedicto XVI por ocasión del Consistorio que ocurrirá mañana de mañana en la Basílica Vaticana. El tema y el motivo del encuentro fue la nueva evangelización, en vista del próximo Sínodo y del Año de la Fe. El arzobispo de Nueva York, Mons. Timothy Dolan, que mañana será creado cardenal junto a otros 21 prelados, presentó el tema. Después fue presentada una comunicación sobre el Año de la Fe por Mons. Salvatore Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
«El anuncio del Evangelio hoy, entre ‘missio ad gentes’ y nueva evangelización» fue el tema del largo discurso de Mons. Dolan, pronunciado en italiano con su estilo alegre y vivaz. El discurso, que fue muy apreciado por la asamblea, presentó los siete puntos de «una estrategia eficaz de evangelización» en respuesta a la «secularización».
Mons. Timothy Dolan, a la salida de la reunión con el Papa |
Hoy, observó el arzobispo, en la misión de la Iglesia cambió el destinatario, «no es solamente el no creyente, ¡sino el creyente!». La «estrategia» propuesta por Mons. Dolan comprende: 1. el anuncio de la verdad; 2. con «una confianza inmensa y un coraje determinado»; 3. con la consciencia de que la misión confiada no es «un concepto», sino una «Persona»; 4. que esta Persona es la verdad; 5. con la necesidad de ser felices; 6. y entender que la Nueva Evangelización es ‘un acto de amor’ que está «encarnado en maravillosas elecciones para niños, en clínicas para enfermos, casas para ancianos, centros de acogimiento para los huérfanos, alimento para hambrientos»; 7. que el anuncio significa también «la sangre», esto es, estar listos para el martirio por la fe, el martirio que es el más fuerte y supremo testimonio de fe. «El hombre moderno – observó el arzobispo de Nueva York – aprende más con los testigos que con los maestros».
Hay una profunda necesidad de conversión interior
Desarrollando los pensamientos, Mons. Dolan recordó que la Iglesia no está llamada al «triunfalismo», sino a estar «segura» de su misión y en su fe. Por eso «la propia Iglesia tiene siempre necesidad de ser evangelizada» y tiene «profunda necesidad de una conversión interior», observó el arzobispo. Un gran desafío interior de la Iglesia es la «lucha contra el analfabetismo catequístico». Dos generaciones recibieron una inadecuada educación catequística, por eso, «muchos creyentes no tenían la mínima idea de la sabiduría, la belleza y la coherencia de la Verdad» y la religión se volvió «un sentimiento y una preferencia personal». Una de las dimensiones de la nueva evangelización para hoy son las «catequísticas y eclesiales».
Ofreciendo un buen ejemplo de alegría cristiana durante su discurso, el futuro cardenal resaltó que «el misionero, el evangelizador, debe ser una persona alegre». La nueva evangelización «se cumple con la sonrisa, no con el rostro cerrado», dijo recordando que «la missio ad gentes» es «fundamentalmente un sí» porque «la Iglesia es fundamentalmente ¡un sí!, y no ¡un no!».
Al hablar sobre su nivel de italiano «de niño», el arzobispo de Nueva York concluyó su discurso con un pensamiento: «precisamos decir de nuevo como un niño la eterna verdad, la belleza y la simplicidad de Jesús y de su Iglesia».
Comunicación sobre el Año de la Fe
La intervención de Mons. Dolan fue seguida por una comunicación de Mons. Fisichella sobre el Año de la Fe. La Iglesia es llamada, afirmó el arzobispo presidente, a «renovar y fortificar la fe en un momento de particular crisis que ve, antes que nada, muchos cristianos indiferentes, alejados de la vida de la comunidad y con frecuencia confundidos por los acontecimientos de la historia que, principalmente en este período entró en una grave crisis de identidad y responsabilidad social». Porque «los contenidos fundamentales de la fe no son más conocidos y la participación en la vida sacramental conoce una notable disminución nunca antes registrada», continuó presentando el calendario de la serie de iniciativas para la celebración del Año de la Fe que hasta ahora llegaron de los diversos dicasterios.
La parte meridiana del día fue concluida con siete libres intervenciones, y la recitación del Ángelus guiada por el Santo Padre. Los cardenales, junto con el Papa, se encuentran nuevamente por la tarde comenzando con la recitación de las Vísperas.
Hoy de mañana estaban presentes en la Nueva Sala del Sínodo, cerca de 133 de los 213 purpurados invitados, entre los cuales 20 de aquellos que mañana recibirán del Papa el birrete y la bula tornándose nuevos miembros del colegio cardenalicio, considerado el más ‘exclusivo’ del mundo. Los purpurados ausentes no vinieron por motivos de edad, salud y otros compromisos pastorales asumidos antes.
Actualmente el Colegio cardenalicio está compuesto por 191 purpurados: 107 electores y 84 con más de ochenta años. A partir de mañana tendrá 18 electores más y 4 con más de ochenta años.
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