Ciudad del Vaticano (Lunes, 20-02-2012, Gaudium Press) «En los asuntos humanos, a menudo tan convulsionados y contradictorios, la Iglesia está siempre viva y presente, portando a Cristo, luz y esperanza para toda la humanidad», ha dicho el Papa a los nuevos cardenales invitándolos a ser «serenos ante cada acontecimiento», permaneciendo «unidos a la Iglesia y al mensaje de salvación». Esta mañana en el aula Pablo VI, Benedicto XVI recibió en audiencia privada a los familiares, amigos y peregrinos de los países de los nuevos cardenales. 600 peregrinos han venido de Brasil; el gobierno ha sido representado por Gilberto Carvalho, Ministro de Estado.
El Cardenal Brasileño, en la audiencia de hoy en la Sala Pablo VI |
Allí estaban presentes dos purpurados de habla portuguesa creados por el Papa el sábado: El cardenal de Brasil João Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y el cardenal portugués Manuel Monteiro de Castro, quien preside la Penitenciaría Apostólica. «A la Virgen Madre confío vuestras vidas entregadas el servicio por la Unidad y Santidad del Pueblo de Dios», aseguró el Papa en portugués.
Mons. João Braz de Aviz fue el único prelado de América Latina creado cardenal por Benedicto XVI en su 4º consistorio. Actualmente, Brasil cuenta con 10 cardenales, entre ellos 6 electores que participarán en el próximo consistorio y 4 de más de 80 años. El pasado sábado, el Papa creó 16 cardenales de Europa: 7 italianos, entre ellos 6 con encargos en la Curia Romana; 2 alemanes y 1 de Portugal, España, República Checa, Rumania, Países Bajos, Bélgica y Malta; 4 americanos además de Mons. Braz de Aviz, 2 estadounidenses y 1 canadiense; y dos de Asia, 1 de la China y 1 de la India.
En la ceremonia de creación del sábado y en la misa del domingo estaba presente el Card. Odilo Scherer, Arzobispo de San Pablo Brasil, compañero en el seminario de Curitiba del Card. João Braz de Aviz. «Es un gran pastor. Él hizo un gran trabajo como arzobispo de Maringá, en el estado de Paraná [Brasil], y luego como arzobispo de Brasilia. Tiene un gran corazón. Es muy amable y muy preparado. Él es un hombre de fe que seguramente hará. Él ya está haciendo muy bien aquí el servicio de la Iglesia junto al Santo Padre», afirmó el purpurado.
Detalles biográficos
El nuevo purpurado brasileño ahora se ocupa de más de un millón de hombres y mujeres consagrados de todo el mundo. No es religioso. Pertenece al Movimiento de los Focolares. El Card. Joao Braz de Aviz nació en Marfa, en la diócesis de Joinville, sur de Brasil, el 24 de abril de 1947. En 1958 entró en el seminario menor del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras en Assis, estado de San Pablo. El seminario mayor lo ha realizado en Curitiba. En Roma estudió en la Pontificia Universidad Gregoriana; en 1992 obtuvo una licenciatura en teología dogmática en la Pontificia Universidad Lateranense. Fue ordenado sacerdote el de 26 noviembre de 1972 por el obispo de Apucarana, en cuya diócesis desarrolló su ministerio pastoral en diversas parroquias. Luego, fue nombrado rector de los seminarios mayores de Apucarana y Londrina. El 6 de abril de 1994 fue nombrado obispo auxiliar de la diócesis de Vitoria, siéndole asignada la sede titular de Flenucleta. Recibió la ordenación episcopal el 31 de mayo siguiente. En 1998 fue trasladado a Ponta Grossa y en el 2002 a Maringá, donde permanece poco más de un año debido a que en el 2004 fue nombrado arzobispo de Brasilia, la capital del país.
Su último encargo diocesano antes de llegar a Roma, se caracterizó por la búsqueda de la unidad de los carismas, comunidades, asociaciones, y el compromiso junto al pueblo. Visitó muchas parroquias, y es recordado como pastor de la escucha y la atención. En mayo de 2010 organizó el XVI Congreso Eucarístico Nacional, coincidiendo con el cincuentenario de la Arquidiócesis y la ciudad de Brasilia.
El 4 de enero de 2011 fue nombrado por el Papa Benedicto XVI prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica. Su proximidad a la gente, el Card. Braz de Aviz la continúa en su nuevo trabajo haciendo numerosas visitas a las casas generalicias, a los capítulos generales, y a las comunidades, junto a algunas realizadas en Europa y África, instaurando una relación directa con muchas familias religiosas, y estableciendo la confianza mutua y una clima de diálogo y transparencia, incluso en tiempos de dificultades y tensiones.
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