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Ciudad del Vaticano (Lunes, 20-02-2012, Gaudium Press) Con un rito renovado, el sábado en la mañana en la Basílica de San Pedro, en su 4º consistorio, Benedicto XVI creó 22 nuevos cardenales. Ser cardenal impone al candidato un testimonio de fe más intenso y visible, en el servicio de amor a Dios, y a su Iglesia; y una dedicación absoluta e incondicional y lo llama a entrar en la lógica de la fe, afirmó el Pontífice. Al final de la ceremonia se llevó a cabo también el voto de algunas causas de canonización. La fecha de la próxima canonización será el 22 de octubre y la ceremonia se llevará a cabo en el Vaticano.
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| El Card. Braz de Aviz recibe el birrete de manos del Papa |
«Dominio y servicio, egoísmo y altruismo, posesión y don, interés y gratuidad: estas lógicas profundamente contrastantes se confrontan en todo tiempo y en todo lugar», mientras que el que sigue a Jesús está llamado a entrar en la «lógica de la fe». El Papa a los nuevos purpurados resaltó que la persona de Jesús recuerda su invitación a un servicio «en la fidelidad total y en la plena responsabilidad hacia los hombres». Por esto, Él a través de «la libre aceptación de su muerte violenta se convierte en el precio de la liberación para muchos» y «el inicio y fundamento de la redención para cada hombre y para toda la humanidad». «El don total de sí mismo -continuó el Papa- ofrecido por Cristo en la cruz sean para vosotros principio, estímulo y fuerza para una fe que opera en la caridad.»
El Cardenal en su nombramiento es llamado a un servicio particular en la Iglesia que se expresa en los tres momentos de la creación: la imposición del Birrete, la entrega del anillo y la asignación del título de una iglesia romana. Es el servicio de «apoyo del ministerio petrino» del Papa el «considerar y evaluar los eventos, los problemas y los criterios pastorales que tocan a la misión de la Iglesia entera». Son invitados a «ser eminentes servidores de la Iglesia» en la unidad con el Sucesor de Pedro, para «servir -según lo expresado por el color rojo del Birrete- a la Iglesia con amor y vigor, con la claridad y la sabiduría de los maestros, con la energía y la fortaleza de los pastores, con la fidelidad y el coraje de los mártires «.
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| El nuevo cardenal americano O’Brien es saludado tras su creación como purpurado |
En el cuarto consistorio de Benedicto XVI se ha utilizado por primera vez el nuevo rito de la ceremonia más simplificado y renovado durante el cual el candidato ha recibido junto con la imposición del Birrete de color rojo, la entrega del anillo y la asignación del título o de la diaconía. Por primera vez se dio también un nuevo anillo. Cada cardenal porta el mismo modelo.
Mons. Braz de Aviz, el nuevo cardenal brasileño, fue uno de los varios candidatos al purpurado a los que no fue fácil que el Pontífice colocase su birrete. Por el hecho de que él no es más arzobispo residencial sino emérito, y purpurado de la Curia romana, recibió una diaconía y no un título de una iglesia romana. Le fue entregada la diaconía de Sant’Elena fuori Porta Prenestina que se encuentra en Roma, en la histórica zona del Pigneto, barrio Prenestino-Labicano, sobre la via Casilina, y hace parte de la XIV Prefectura-Sector Este de la diócesis de Roma. Es una parroquia instituida por San Pío X y elevada al título cardenalicio en 1985 por Juan Pablo II.
Entre familiares y peregrinos, más de 600 personas venidas de Brasil acompañaron a Mons. Braz de Aviz. Como también es tradición, en la tarde del sábado las personas han podido saludar a los nuevos cardenales en el Vaticano, quienes se hallaban en el Aula Pablo VI y en el Palacio Apostólico.
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