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Roma (Jueves, 23-02-2012, Gaudium Press) La llegada de las nuevas tecnologías y los desafíos impuestos por los duros ataques contra la Iglesia en los últimos años han marcado un nuevo rumbo a las comunicaciones de la Santa Sede. La relación más cercana con las audiencias y un esfuerzo notable en informar de forma transparente la vida interna de las instituciones vaticanas son frutos del arduo trabajo comunicativo de la Iglesia. Mons. Claudio María Celli, arzobispo presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales se refirió, durante una entrevista concedida a Zenit, a esta nueva etapa de la comunicación eclesiástica.
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| Según Mons. Celli la «Santa Sede ha tomado una postura de transparecia» en el tema de comunicaciones |
Al ser consultado sobre la percepción de un cambio en la forma de comunicar de la Santa Sede, Mons. Celli explicó: «Hay un deseo de estar, dialogar, de abrirse en una comunicación franca, honrada y serena con el mundo de hoy». Este deseo se expresa, en palabras del Arzobispo, en el interés del Santo Padre en «estar donde los hombres de hoy están». Por este motivo, la Santa Sede ha aprovechado los adelantos de las nuevas tecnologías de la información y ha ingresado oficialmente en internet y las redes sociales. El canal oficial del Vaticano en YouTube, y el reciente lanzamiento de una campaña oficial con los mensajes del Santo Padre en Twitter (@Pope2youVatican) son muestras de estos avances.
Los cambios también responden a la difícil situación que la Iglesia vive en su relación con los medios masivos de comunicación. Los escándalos y ataques que la Santa Sede debe enfrentar se han respondido con transparencia. «Los últimos acontecimientos nos han puesto a los de la Santa Sede en la obligación de reflexionar sobre lo que significa hoy en día comunicar», comentó el arzobispo. «Si se ve todo el tema angustioso y doloroso de la pedofilia, la Santa Sede ha tomado una postura de transparencia porque consideramos que no se resuelven los problemas escondiéndolos», afirmó. El prelado recordó también que la Santa Sede desea establecer un diálogo correcto con los periodistas, la prensa y la opinión pública.
«Cuando hablo mal de mi madre, no lo hago sonriendo, sino llorando»
Un tema especialmente complejo es el hecho de que, en muchos casos, quienes informan sobre la Iglesia son también católicos, y son ellos quienes en ocasiones generan las más fuertes críticas. Mons. Celli se refirió a esta situación: «Cuando hablo mal de mi madre, no lo hago sonriendo, sino llorando. No significa que no deba decir ciertas cosas, hay una corresponsabilidad. Un periodista profundo y agudo ayuda a la Iglesia, nos ayuda a nosotros –hombres de Iglesia–, a cambiar, a reflexionar, a ver qué podemos hacer para que esta realidad eclesial sea más comunitaria, de más comunión, más profunda para el Señor y para los hombres de hoy».
Para Mons. Celli, el camino de la comunicación no es de enfrentamiento, sino de diálogo. Y es a este diálogo y crecimiento mutuo al que se invita a los medios de comunicación: «Me parece que el camino que la Santa Sede ha abierto es de gran respeto y apertura. Los periodistas y la opinión pública nos ayudan porque cuando se establece un diálogo entre las partes que viven en este mundo, nos ayudamos recíprocamente». Este intercambio requiere, sobre todo ante la realidad eminentemente espiritual de la Iglesia, espacios de silencio, de escucha y de reflexión: «En una relación entre hombres, debo callarme para escuchar al otro, para que el otro, con lo que me dice, resuene en mi corazón. No es solamente un monólogo, es un diálogo y éste exige que se alterne silencio y palabra, palabra y silencio».
Con información de Zenit
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