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Vayuniya (Jueves, 23-02-2012, Gaudium Press) Desde siempre la Iglesia, llamada a promover la caridad y dar testimonio del amor de Dios, ha comprendido, atendido y hecho suyas las necesidades de los más débiles e indefensos.
Un ejemplo de esto se vive en los últimos años en la isla asiática de Sri Lanka donde las Hijas de María Auxiliadora (FMA) acogen a ex-niñas soldado que han soportado las difíciles consecuencias de una guerra que destrozó esa república por 25 años, en un conflicto que inició en 1983 y culminó 2 años atrás, y dejó a más de 280 mil refugiados, entre ellos aproximadamente 40% mujeres menores de edad, como revela nota de prensa de la Agencia Info Salesiana (ANS).
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| Foto: ANS |
Ante esta difícil situación y atendiendo un llamado del gobierno local, las Hijas de la Familia Salesianas en Siri Lanka, decidieron recibir y ocuparse de niñas huérfanas de la guerra para rehabilitarlas.
Desde que respondieron a este apelo, las FMA en la isla asiática se han dedicado a cuidar la salud fìsica y psíquica de las menores, así como brindarles formación espiritual y educación. Para ello, como destaca ANS, cuentan con el apoyo de organismos no gubernamentales como la Cruz Roja Internacional y World Food Program, y organismos nacionales como la «Social Economical and Environmental Developer.
Una de los centros donde se acogen a las menores es la «Casa para chicas combatientes y ex solados» de Vayuniya, donde, con el apoyo de las Hijas salesianas atienden más de 170 niñas y adolescentes. «El rendimiento escolar de las chicas acusa mucho las consecuencias de la guerra y para todas ellas existe un sistema de tutor (…), los traumas sufridos durante la guerra han dejado secuelas indelebles: muchas sufren trastornos psíquicos ligados a la depresión. Otras tienen heridas de guerra mal curadas que se arrastran desde hace años», relata nota de ANS.
La mayoría de estas jóvenes, como dice ANS, fueron somentidas a difíciles trabajos, como hacer de marmitones -ayudantes de cocineros en barcos-, recoger proviciones y como cocineras. Al llegar a la pubertad, muchas de ellas fueron abusadas por guerrilleros y otras obligadas a combatir.
Con información de ANS.
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