Ciudad del Vaticano (Viernes, 25-02-2012, Gaudium Press) «Hoy como ayer, el testimonio de la caridad toca de modo particular el corazón de los hombres; la nueva evangelización, especialmente en una ciudad cosmopolita como Roma, requiere una gran apertura de espíritu y una sabia disponibilidad con todos», afirmó el Santo Padre durante la audiencia a los miembros del Círculo de San Pedro, un antiguo sodalício romano de obras de caridad.
El Papa habló al Círculo de San Pedro sobre la «forma privilegiada de evangelización» que es el servicio caritativo |
En la audiencia a los miembros del Círculo de San Pedro, Benedicto XVI volvió al tema de la «caridad» para la cual son llamados de manera particular los cristianos en el período de la Cuaresma. Es el tiempo que nos recuerda que «la autenticidad de nuestra fidelidad al Evangelio se verifica también en base a la atención y la solicitud concreta» para con el prójimo, «especialmente para con los más débiles y marginados», resaltó el Papa.
El Santo Padre afirmó también que esta atención para con el prójimo comporta el «desear para él el bien» en tres aspectos: físico, moral y espiritual. «Aunque la cultura contemporánea – continuó – parezca haber perdido el sentido del bien y del mal, es preciso afirmar con fuerza que el bien existe y es vencedor.
El servicio caritativo es «una forma privilegiada de evangelización», que significa «interesarse por el hermano» y «abrir los ojos a sus necesidades, superando la dureza de corazón que nos torna ciegos a los sufrimientos de los otros», definió el Papa.
El Círculo de San Pedro es fundado en Roma en 1869 por iniciativa de un grupo de jóvenes, guiados por el Cardenal Iacobini. Reúne a los jóvenes de la alta burguesía y de las nobles familias romanas, que querían demostrar al mundo la fidelidad al Pontífice y defenderlo de los ataques anti-clericales en aquel difícil momento de la historia del Papado. Inicia así una fuerte actividad a través de la prensa católica, recolección de firmas, celebraciones y gestos de solidaridad que, sometidos al Beato Pío IX, son muy apreciados por él.
El sodalício hoy continúa la propia actividad siendo uno de los brazos caritativos del Papa. Hace más de un siglo los romanos llaman a esta caridad: la sopa del Papa. También ofrece asilo nocturno, casa-familia, centro multifuncional, asistencia en el Hospice Fundación Roma, proyecto misionero en Laos y las adopciones a distancia. Junto a los socios de la Asociación Santos Pedro y Pablo, ayuda a los peregrinos durante las celebraciones litúrgicas en la Basílica de San Pedro. Su carisma se expresa en el lema: Oración, Acción, Sacrificio.
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