Madrid (Lunes, 27-02-2012, Gaudium Press) Todos los viernes de esta Cuaresma, la cripta de la Catedral de Santa María Real de la Almudena, en Madrid, tras concluir la celebración eucarística de las 18:30 horas, es el escenario también del rezo de un solemne Viacrucis. El ejercicio de piedad es organizado por los Heraldos del Evangelio.
Aspecto del Viacrucis en La Almudena – Foto: Ecclesia Digital |
El pasado viernes presidió la Eucaristía Mons. Antonio Astillero Bastante, Deán de la Catedral y Vicario Episcopal de Actos Púbicos del Arzobispado de Madrid.
La eucaristía fue animada por el coro de los Heraldos del Evangelio, que también acompañó el ejercicio del Via Crucis, el cual que fue dirigido por el P. Pedro Paulo de Figueiredo, presidente de los Heraldos en España.
En todos los presentes resonaban todavía las palabras del Papa Benedicto XVI al finalizar el Vía Crucis de la JMJ en Madrid:
«Queridos jóvenes, que el amor de Cristo por nosotros aumente vuestra alegría y os aliente a estar cerca de los menos favorecidos. Vosotros, que sois muy sensibles a la idea de compartir la vida con los demás, no paséis de largo ante el sufrimiento humano, donde Dios os espera para que entreguéis lo mejor de vosotros mismos: vuestra capacidad de amar y de compadecer. Las diversas formas de sufrimiento que, a lo largo del Vía Crucis, han desfilado ante nuestros ojos son llamadas del Señor para edificar nuestras vidas siguiendo sus huellas y hacer de nosotros signos de su consuelo y salvación. «Sufrir con el otro, por los otros, sufrir por amor de la verdad y de la justicia; sufrir a causa del amor y con el fin de convertirse en una persona que ama realmente, son elementos fundamentales de la humanidad, cuya pérdida destruiría al hombre mismo»».
Con información de Ecclesia Digital
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