Roma (Martes, 28-02-2012, Gaudium Press) El Cardenal Marc Ouellet envió un profundo mensaje a la Iglesia en España, próxima a celebrar el «Día de Hispanoamérica» el próximo 04 de marzo. Este día fue instituido en 1959 para estrechar «los vínculos de comunión y colaboración» entre estos pueblos filialmente unidos por la herencia de la fe católica. El texto de la carta compendia los valiosos aportes que a través de la historia y en la actualidad ha realizado España en la fe de los países de hispanoamérica y a la vez comparte los aportes del nuevo continente al citar reiteradamente el documento de Aparecida. El mensaje es de gran interés para comprender la profunda unión entre las Iglesias de los dos continentes.
Hay que luchar por «arraigar la fe en el corazón de las personas» dijo el Card. Ouellet |
El documento, dividido en cinco secciones, comienza reconociendo el inmenso aporte actual de la Iglesia de España en el continente americano, destacando la creación misma del «Día de Hispanoamérica» y la invaluable labor que de los católicos españoles en el continente: «Cómo no rendir homenaje de gratitud a los actuales 354 sacerdotes diocesanos españoles (…) que están repartidos en los más diversos países latinoamericanos,(…) a todos los religiosos y religiosas, a los laicos misioneros y a los miembros de movimientos eclesiales y nuevas comunidades, todos ellos españoles de origen e hispanoamericanos por vocación, opción y adopción».
España e hispanoamérica comparten el patrimonio de la fe y también el mismo desafío: su rica tradición católica está en peligro de erosión. La secularización, la hostilidad hacia la iglesia y las distracciones del hedonismo y el relativismo hacen que ya no sea suficiente invocar las raíces cristianas y hablar sobre la valiosa tradición. Hace falta vivirla y actualizarla, «arraigándola más profundamente en el corazón de las personas, en la vida de las familias y en la cultura de los pueblos, para que resplandezca como belleza de la verdad, promesa de felicidad y novedad de vida más humana para todos». Esta es precisamente la Nueva Evangelización, necesaria en Europa y en América, propuesta como tema para esta jornada.
El Cardenal recuerda la estrecha relación histórica entre España e hispanoamérica, marcada sobre todo por una herencia cultural que incluye el más grande tesoro, mencionado por Benedicto XVI en Aparecida: «Este es su patrimonio más valioso: la fe en Dios amor, que reveló su rostro en Jesucristo». Esta herencia de fe ha permanecido a pesar de los errores y las dificultades y, gracias a ella, el 80% de los habitantes de hispanoamérica son todavía bautizados en la Iglesia Católica. Dos expresiones fundamentales de esta identidad se resaltan en el mensaje: la rica religiosidad popular y la caridad que subyace y da forma a nuestra cultura. El Cardenal cita nuevamente a los obispos reunidos en Aparecida: «La tradición católica es un «cimiento fundamental» de la identidad, unidad y originalidad de América Latina».
Las Personas-Testimonio
Al señalar la importancia de intensificar el compromiso misionero, el mensaje hace concretas las necesidades: «Se necesitan personas que muestren a Dios presente en la propia vida, en todas las dimensiones de su existencia y convivencia, e inviten a compartir una vida nueva». El compromiso es, entonces, orar por las vocaciones, en uno y otro continente, para poder llevar a cabo esta tarea de evangelización.
El documento también señala cuatro recomendaciones para la pastoral de la Iglesia española en su relación con hispanoamérica: Aceptar a las familias inmigrantes y acogerlas en el seno de la Iglesia, agradecer y fomentar las instituciones que imparten formación a sacerdotes hispanoamericanos, acoger a los sacerdotes que viajan de estos países para colaborar en las diócesis españolas y renovar el entusiasmo vivido en la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid para «pasar el testigo» y acompañar a Brasil en esta iniciativa.
El Cardenal Ouellet confía estas intenciones al Espíritu Santo, a través de la mediación universal de la Santísima Virgen, «Estrella de la Evangelización», y termina el mensaje con la misma cita de la exhortación apostólica Evangelii nuntiandi con la cual los obispos latinoamericanos concluyeron el documento de Aparecida y su exhortación final: «Recobremos el valor y la audacia apostólicos».
Con información de Zenit.
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