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Roma (Martes, 28-02-2012, Gaudium Press) El Cardenal Timothy Dolan, Arzobispo de Nueva York, utilizó una herramienta virtual más buscando favorecer la evangelización. El purpurado creó un blog (http://blog.archny.org/) en el cual son publicados mensajes de contenido espiritual.
En uno de sus últimos posts, aun en Roma antes de su creación como Cardenal, él escribió:
Afecto, oraciones y saludos desde Roma
Bien, hice esto de nuevo…
Es generalmente una de las primeras cosas que yo hago en mi primer día completo cuando vuelvo a Roma… Al inicio de la mañana desciendo al monte Gianicolo -donde me quedo en el Colegio Americano- rumbo a la Basílica de San Pedro para confesarme y celebrar la Misa.
Dos Sacramentos poderosos, Eucaristía y Reconciliación, constantes en nuestra vida espiritual, en el corazón de la iglesia, cerca de la tumba de San Pedro.
¡No quiero que usted piense que yo solo me confieso cuando estoy en Roma! En casa, en Nueva York, intento confesarme cada dos semanas, porque yo necesito. Pero aquí en Roma hay una urgencia y un sentido especiales.
Cerca de la tumba de San Pedro, yo puedo oír a Jesús preguntarle tres veces: «¿Simón, tú me amas?» y entonces examinar mi consciencia para ver cómo yo dejé de amar al Señor y de cuidar de sus ovejas.
Cerca de su tumba, me imagino, como San Pedro, dudando de Jesús y hundiendo en las aguas tempestuosas.
A lado de su tumba, yo hasta admito que he, como Pedro, negado a Jesús en mis pensamientos, palabras y obras.
De esa forma mi contrición es fuerte, mi propósito de enmienda firme y me dirijo a uno de los franciscanos para confesar en el canto de la enorme basílica.
Después rezo mi penitencia delante de la tumba de Pedro, bajo el altar mayor y voy a paramentarme para la mayor de todas las oraciones, el Santo Sacrificio de la Misa.
Y en seguida voy a comer una «pasta»….
La Cuaresma comienza el próximo miércoles. Vuelvo para iniciarla contigo.
En algún momento durante estos cuarenta días que anteceden a la Pascua, aproveche un consejo de su Arzobispo: ¡vuelva a la Confesión!
Mis afectos, oraciones y saludos desde Roma.
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