Santiago (Martes, 06-03-2012, Gaudium Press) «Este es un día de fiesta para la Iglesia», fueron las palabras del Rector del Seminario Pontificio Mayor de Santiago, monseñor Fernando Ramos, al dar la bienvenida a los 13 nuevos seminaristas que este domingo 4 de marzo iniciaron su proceso de formación al sacerdocio.
Mons. Ezzati junto a los nuevos seminaristas |
En medio de aplausos de sus familiares y amigos, uno a uno fueron ingresando a la capilla del Seminario para participar de la Misa de Bienvenida que en esta ocasión fue presidida por el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, y concelebrada numerosos vicarios y sacerdotes que integran dicha institución.
En su homilía, el Pastor de Santiago invitó a los nuevos seminaristas a acrecentar su fe en Dios y vocación al servicio del Reino por medio de la oración y lectura del Evangelio. «El seminario les ofrece esta posibilidad de conocer y acercarse más a Jesús, sin apartarse del mundo. Ustedes están llamados a ser testigos de su Palabra en medio de los hombres», expresó.
En este mismo sentido, el prelado solicitó encarecidamente a las familias, amigos y comunidades que oren por ellos y les brinden un gran apoyo en este nuevo camino que comienzan.
«La vocación de un sacerdote es un don para el Pueblo de Dios y para el mundo. Gracias a las familias de estos jóvenes, gracias a los sacerdotes que los han acompañado, gracias a las comunidades que lo seguirán acompañando con su cercanía, afecto y oración», dijo.
Los jóvenes que ingresaron al Seminario son: Francisco Álvarez Bravo, Francisco Araya González, Carlos Cornejo Abarca, Leonardo Delgado Méndez, William Dinamarca San Martín, Martín Echeverría Vidal, Matías Morice León, Juan Pérez Reyes, Omar Salvo Ramírez, Nicolás Zanolli De Solminihac, Raymond Plutin Creagh, Matías de la Lastra Jara, Diego González Ruiz.
«Se necesita que el católico dé testimonio de lo que significa ser católico»
En diálogo con medios de prensa del arzobispado, Matías Adolfo de la Lastra Jara se refirió a su proceso de discernimiento y aseguró querer ser un sacerdote evangelizador, «porque hoy día estamos viviendo un mundo muy descristianizado. Es más, estamos viviendo en un mundo anticristiano. Y también hacer un apostolado con los sacramentos, principalmente la Eucaristía y la Penitencia».
Así también sostuvo que el mundo necesita del testimonio cristiano, porque incluso muchos católicos viven la fe con una «formalidad muy externa, sin una vida de oración, se es católico para el censo, pero no se hace lo mínimo, ir a misa los domingos. Se necesita que el católico dé testimonio de lo que significa ser católico».
Diego Enrique González Ruiz en tanto, manifestó su deseo de ser un sacerdote al servicio del anuncio de la Palabra de Dios y de los jóvenes, especialmente para ayudarlos a encontrar un sentido a su vida, una identidad, «la identidad de Cristo, como salvador nuestro, como repuesta a todas nuestras dudas».
Sobre su decisión de entrar al Seminario, dijo: «Me hubiera gustado mucho tener una familia, que es lo más natural del ser humano, pero son entregas que hay que hacer y que entiendo perfectamente. Yo no concibo la vida sacerdotal con una familia. El corazón estaría muy dividido. Si Dios me está llamado, me imagino que me dará su gracia también para sobrellevar el celibato».
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