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Ciudad del Vaticano (Viernes, 09-03-2012, Gaudium Press) En respuesta a la compleja condición de la teología mundial en el periodo pos-conciliar, la Comisión Teológica Internacional (ITC – por su sigla en inglés) publilcó ayer un documento sobre la identidad de la teología, reafirmando los fundamentos de los principios y criterios de la misma. El documento, publicado en versión original en inglés, dividido en tres partes, expresa, como explica en una entrevista a la Radio Vaticana Mons. Krzysztof Charamsa -secretario adjunto de la Comisión- que «hay alguna cosa que es indispensable para todos los teólogos católicos; alguna cosa que debe ser conservada por cualquier cultivador» como «raíz común, como guía y criterio de toda reflexión coherente con el depósito de la fe».
«Teología hoy: perspectivas, principios y criterios» es este el título de un nuevo documento de la ITC (el cuerpo compuesto por 30 teólogos de todo el mundo, es un órgano consultivo), cuyo objetivo es ayudar a los teólogos a reflexionar y entender sobre la verdadera naturaleza e identidad de la teología en la Iglesia y en el mundo. Los principios y criterios han sido resumidos en 100 puntos divididos en tres capítulos: Escuchando la Palabra de Dios; Permaneciendo en la comunión de la Iglesia; Dando cuenta de la Verdad de Dios.
El documento presentado ayer en el sitio web vaticano (www.vatican.va) -por el momento sólo en su versión original- es el último texto notable en Teología examinado por la Comisión. Anteriormente se han publicado: Pluralismo teológico en 1972, Tesis sobre la relación entre el Magisterio Eclesiástico y Teología en 1975, y La Interpretación del dogma en 1990. Este texto que ahora sale a la luz
propone a los teólogos una pauta importante de principios teológicos y criterios. Es una respuesta a una situación compleja en el amplio mundo de la Teología que después de los años posteriores al Concilio Vaticano II ha sido muy productivo para la teología católica, que se ha enriquecido con nuevas voces de los nuevos contextos culturales, y nuevos temas. Pero, al mismo tiempo, este período ha estado marcado por una cierta fragmentación de la teología.
En este sentido, la ITC en la Introducción recuerda que «la Iglesia claramente necesita un discurso común si se trata de comunicar el mensaje de Cristo al mundo, tanto teológica como pastoralmente». Así que, la teología necesita unidad «cuidadosamente entendida» lo que significa «que no debe confundirse con uniformidad o un solo estilo». La naturaleza de la teología es «estar estrechamente relacionada con la idea de la catolicidad», y también con aquellas de «la santidad y la apostolicidad.»
Como primer y más importante y fundamental principio la ITC coloca «la escucha de la Palabra de Dios». Teología, «en todas sus diversas tradiciones, disciplinas y métodos, se asienta en el acto fundamental de la escucha en la fe a la Palabra revelada de Dios, Cristo mismo», dice el documento. El segundo principio es «una fe viva» en dimensión «personal y eclesiástica» como respuesta a la Palabra de Dios. Este aspecto juega un papel importante en el mantenimiento de Teología fuera del alcance de las herejías. Al mismo tiempo, se recuerda que «la herejía sirve como un recordatorio de que la comunión de la Iglesia sólo puede garantizarse sobre la base de la fe católica en su integridad, y le pide a la Iglesia a una búsqueda cada vez más profunda de la verdad en comunión. «
La teología es una ciencia que «tiene como objetivo comprender de una manera racional y sistemática la verdad salvífica de Dios». Es por eso que su lugar está «dentro de la Iglesia», cuyos «tres criterios fundamentales» son «la unidad de la Escritura, el testimonio de la Tradición, y la analogía de la fe», elementos «inseparablemente unidos», define el documento. Tradición, la Iglesia Católica entiende, recuerda la ITC, como «algo vivo y vital, un proceso continuo en el que la unidad de la fe encuentra expresión en la variedad de idiomas y la diversidad de las culturas». Enfoque correcto hacia la tradición y el magisterum de la Iglesia es la fidelidad y la obediencia.
Otro criterio interesante que se menciona en el documento es el «sensus fidelium», que «debe ser bien entendido», según el magisterio. El papel de los teólogos en este terreno es el de «ayudar a aclarar y articular el contenido del ‘sensus fidelium’ «. El ITC subraya también la necesidad de una «responsable adhesión al magisterio eclesiástico». Así, «una metodología teológica correcta por lo tanto requiere una comprensión adecuada de la naturaleza y la autoridad del magisterio en sus diferentes niveles, y de las relaciones que existen entre el bien, el magisterio eclesiástico y la teología». El magisterio de la Iglesia debe ser visto por un teólogo como «una ayuda indispensable a la teología por su auténtica transmisión del depósito de la fe». Esto requiere una relación entre teólogos y obispos basada en el respeto de cada uno de los llamamientos y responsabilidades. Los documentos también indican la importancia de la libertad de los teólogos que debe significar una «verdadera responsabilidad científica» no limitada a la llamada teología «científica» o «confesional».
El documento en un futuro próximo se publicará en otros idiomas.
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