sábado, 21 de septiembre de 2024
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Regente de la Penitenciaría Apostólica habla sobre la 23ª edición del Curso "Fuero Interno"

Roma (Viernes, 09-03-2012, Gaudium Press) Del 5 al 9 de marzo, en Roma, ocurrió la 23ª edición del curso sobre «Fuero Interno», promovido por la Penitenciaría Apostólica. El tema escogido este año fue la formación de la consciencia moral.

Participaron 700 sacerdotes de 78 países de todo el mundo. Entre los temas tratados: la historia y la misión de la Penitenciaría Apostólica; las realidades y las problemáticas del «Fuero Interno»; atenciones e implicaciones del sacramento de la penitencia, así como algunas categorías especiales de penitentes y algunas condiciones particulares; y las censuras, las irregularidades y los impedimentos del confesor y el penitente. Gaudium Press habló con Mons. Gianfranco Girotti, Regente de la Penitenciaría Apostólica.

Gaudium Press ¿Cómo nació la idea del curso?

Mons. Girotti – Nació después de muchos pedidos por parte de los confesores, a muchas preguntas que eran hechas a la Penitenciaría Apostólica para poder desarrollar el ministerio de la reconciliación. Como había muchas preguntas, se pensó tal vez en crear un momento particular para poder dar instrucciones precisas. Tuvo inicio el «Curso sobre el Fuero Interno». Hoy es un encuentro que sucede todos los años y que se concentra sobre la profundización formativa de los jóvenes sacerdotes sobre un aspecto esencial, sobre un aspecto insustituible del ministerio sacramental del perdón y de la reconciliación. En este Curso ofrecemos una vasta actualización sobre la disciplina penitencial, sobre la administración del Sacramento de la Penitencia, sobre las funciones específicas y los deberes del Tribunal de la Penitenciaría Apostólica. En particular, en esos días tratamos de situaciones de relevante delicadeza que interesan al ministerio penitencial. Es privilegiada la parte relativa a la recta administración del Sacramento de la Penitencia y también a la solución de casos delicados y complejos que son sometidos cotidianamente al juzgamiento de la misericordia de la Iglesia.

GP – ¿Cuáles problemas los sacerdotes llevan a la Penitenciaría Apostólica?

Mons. Girotti – Son generalmente problemas de carácter moral, carácter jurídico, problemas de consciencia que emergen de tantas situaciones. Nosotros, principalmente, llevamos en cuenta las competencias del Dicasterio que es un Órgano que asiste al Santo Padre, esto es, un Órgano exclusivo en materia del Fuero Interno que asiste al Santo Padre. Él, de hecho, ejercita ordinariamente su autoridad y su poder a través del Dicasterio. Realmente, este no es un Tribunal que ejerce funciones judiciales de Fuero Externo. Normalmente ejercita una jurisdicción graciosa. Entre los dicasterios de la Curia Romana es el único a desarrollar, de manera directa, una actividad que no es burocrática, un servicio propiamente espiritual, propio de la misión fundamental de la Iglesia que consiste en la «salvación de las almas». Nosotros nos comprometemos, principalmente con esto. Nuestra competencia se refiere, principalmente al Fuero sacramental y también no sacramental.

De hecho se recurre al Fuero interno no solamente para los pecados, las censuras y las irregularidades, sino en general para las situaciones ocultas, como por ejemplo, despidos, sanaciones, convalidaciones de actos nulos derivados de circunstancias ocultas. En concreto nosotros somos competentes para absolver de las censuras reservadas. El confesor ordinario no puede absolver de algunos delitos que son reservados a la Sede Apostólica. El recurso a la Penitenciaría, obviamente, sucede siempre cuando se trata de hechos ocultos.

GP – ¿Cómo cambian las situaciones en el mundo sobre estos casos?

Mons. Girotti – La nuestra es una actividad muy constante, especialmente en lo que dice respecto a casos reservados, como por ejemplo, la profanación de las sagradas especies (delito, esto que se verifica con frecuencia, no iré ahora referir las modalidades realmente inquietantes con las cuales ocurren tantas profanaciones) la violación del sigilo sacramental, la absolución del cómplice, la dispensa de las irregularidades, etc.

GP – ¿En cuáles países se notan estos casos, más en el occidente o en los países subdesarrollados?

Mons. Girotti – Siendo el nuestro un Tribunal universal, recibimos recursos de todas las partes del mundo. De Europa, América, Asia, etc…

GP – ¿Cuáles países están representados por los sacerdotes participantes del curso? ¿Quién participa? ¿Más sacerdotes jóvenes?

No solamente jóvenes, la mayor parte ciertamente son jóvenes, pero participan también sacerdotes de una cierta edad, los cuales ejercen el ministerio de la Reconciliación en algunos Santuarios. El Curso sobre el Fuero Interno tuvo inicio justamente para dar una formación sólida a los jóvenes sacerdotes que estaban en la víspera de su ministerio pastoral. Pensamos en ofrecer a ellos un instrumento a nivel no solamente doctrinal, sino principalmente práctico. Después fue creciendo hasta acoger a todos los que lo solicitaban. En el Curso de este año vinieron sacerdotes no solamente de todas partes de Italia, sino de muchas otras naciones. Puedo proporcionar una breve estadística: son 53 las naciones representadas: Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, China, Corea, Costa Rica; de África, Kenia, etc. Numerosas son las diócesis representadas, precisamente 240 diócesis. Las Órdenes y los Institutos Religiosos presentes son 37. La participación es variada y proveniente de muchas partes.

GP – ¿El Curso es en italiano?

Mons. Girotti – Obviamente la lengua oficial es el italiano. Si durante el debate alguien precisa hablar en inglés o francés, ciertamente es permitido.

GP – ¿Los temas son diferentes todos los años?

La estructura principal, substancialmente es siempre la misma, sin embargo todos los años ofrecemos temáticas nuevas y actuales, que despiertan siempre mucho interés…Por ejemplo, este año tenemos un tema que se refiere a la formación de la consciencia moral en los desafíos de hoy. El año pasado tratamos de temáticas como las células-tronco, problemas que se refieren al SIDA. Todas las problemáticas, de cualquier manera, están siempre ligadas al Sacramento de la Confesión. Buscamos, de hecho, atraer la atención y ofrecer un servicio sobre temáticas actuales que siempre tienen referencia con el Sacramento de la Reconciliación.

GP – ¿Su Excelencia puede explicar el tema de la formación de la consciencia?

Mons. Girotti – Naturalmente nuestro compromiso está finalizado en hacer crecer la sensibilidad por los valores éticos y hacer madurar una consciencia que pueda enfrentar y acoger los desafíos de hoy, principalmente en el escenario social de hoy, que parece atravesado por un peligroso relativismo.

GP – El «Ordo Paenitentiae», ¿ese manual todavía es usado por los sacerdotes?

Mons. Girotti – Ciertamente. Hoy mismo [ayer], de hecho, el Prof. Don Manlio Sodi ofrecerá una reflexión justamente sobre este manual de espiritualidad, que podríamos decir que es una especie de ‘vademecum’ para los confesores.

GP – ¿Es útil también para los penitentes…?

Mons. Girotti – Sin duda. Es muy útil con la finalidad de una adecuada formación de la propia consciencia.

GP – Por causa de algunas circunstancias particulares, como los casos de abusos sexuales, la Iglesia Católica es criticada por no violar el secreto de la confesión.

Mons. Girotti – Antes que nada hablemos de la violación del sigilo sacramental, que es diferente del secreto sacramental. El secreto debe ser mantenido por el fiel que oyó la confesión de otra persona, o fue intérprete, al cual se recurre en particulares circunstancias. Al sacerdote compete el sigilo. Este es un capítulo muy relevante de la Iglesia, que siempre lo defendió de manera muy rigurosa con gravísimos procedimientos penales. Se puede fallar en el sigilo directamente o indirectamente. Directamente cuando el sacerdote de hecho revela la persona y el pecado que ésta cometió; en esta hipótesis se incurre automáticamente en la censura de la excomunión reservada a la Santa Sede; a través de la mediación del Confesor, es sucesivamente absuelta.

GP – ¿Cuál valor tiene para la Iglesia el sigilo sacramental?

Mons. Girotti – Un valor altísimo, que administra con ejemplar rigor.

GP – En el Curso es tratado también el tema de las indulgencias…

Mons. Girotti – Este Dicasterio tiene también competencia en lo que dice respecto a la concesión y al uso de las Indulgencias, competencia atribuida a él por el Sumo Pontífice Benedicto XV en 1917. Anteriormente esta competencia era de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el antiguo Santo Oficio, con el cual, de cualquier manera permanece la competencia doctrinal de las Indulgencias en la Congregación para la Doctrina de la Fe. Aquí, ahora, son hechas las preguntas continuas. El campo de las indulgencias fue reexaminado, reestructuradas las posibilidades donde es posible conceder las indulgencias. Porque las indulgencias son estrictamente ligadas al sacramento de la penitencia.

GP – ¿Se prepara una particular indulgencia para el próximo Año de la Fe?

Estamos ya preparando un Decreto general para la concesión de las indulgencias del Año de la Fe. En acto de este decreto general.

GP – ¿Esto será para la Iglesia Universal?

Ciertamente.

Gaudium Press / Anna Artymiak

 

 

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